Hace unos meses, en la primavera del año pasado, con la ruta del trabajo pasé por delante de esta tiendecilla. En el escaparate de ebanistería se lee: Calzados Lluch. Pero es un comercio de apertura reciente, de nombre "La moderna singular", según consta en el ticket.
La dueña y dependienta tiene simpatía y amabilidad sin ser en absoluto falsa ni empalagosa.
Hay platos y cacharros de esmalte - de los de hierro bañáos en cerámica-; bolsas de aquellas de nylon anudado para ir a comprar, boínas, pastillas de jabón del Jabalí, lápices Alpino, las golondrinas de cerámica de colgarlas con alcayatas en las galerías y patios, capazos de esparto... muchas cosas de cuando íbamos al pueblo ca' los abuelos, o las que tenían nuestros padres hace años, o nosotros de chicos. Hay hasta almireceros, de los que tenía la gente en las casas de tapial y las casas-cueva "soportes de almireces". Lo raro es que son cosas que las siguen fabricando ahora mismo, como los prod. de Heno de Pravia, Puig, Masats... las mantas de lana que anuncian en Aquí la Tierra...
Ahora, los precios... una droguería que aún venda jabón de pastillas - ¡¡mucho mejor que el de bote y tubito dispensador!!- tres pastillas de Lixoné o Heno de Pravia, 3 euros y pico, ¡¡no siete euros tres pastillas sueltas!! (por dificiles de encontrar que sean)