Quizás porqué no es el primer aquàrium que visito, este es el que menos me ha impresionado, también he de decir que los otros estaban dentro de recintos más amplios y eran más modernos.
Es la primera vez que vamos con niños y es una experencia que es interesante por su carácter pedagógico. La situación (Maremagnum) y el edificio están bien, el personal era simpático pero tendría que mejorar en algunos aspectos. Hay cafetería, aseos y al final un "submarino" que encanta a las criaturas. Pero ahy elementos de mejora.
-El discurso museístico tendría que mejorar. Hay paneles de lectura muy correctos pero estaría bien vídeos explicativos al largo del recorrido y elementos de interacción para atraer la atención. Si nosotros lo encontramos algo desfasado, ni decir como lo vió nuestro hijo de mayor.
-No se pueden comprar las entradas para personas con discapacidad por internet mientras que ya se puede en muchísimos lugares, inclusive públicos. Es tan fácil como hacer presentar el carnet a la entrada para comprobar este dato, para evitar abusos. Tampoco vimos colas para las personas con mobilidad reducida, mucha gente puede tener enfermedades que les perjudica estar de pie y tienen que hacer la misma cola y si hay otra, no es visible.
-Faltan bancos y asientos durante el recorrido. Hay algunos pero insuficientes para las personas con enfermedades orgánicas que necesitan descansar, o para los pequeños.
Es una experencia interesante para los niños pero le falta una actualización.