A mi mujer le encantó. Hacer pasta y tiramisú estando de viaje en Roma es una bonita experiencia. Sin embargo hay cosas que mejoraría. Los baños del restaurante necesitan mucha más limpieza. Cuando finaliza la actividad uno se come la pasta y el tiramisú que ha elaborado, sin embargo, no hay ningún entrante o pan para acompañar la comida. La salsa Cacio e pepe está bien, pero la salsa Amatricia que lleva cerdo, le ponen muy poca carne y solo ves tomate. Las mesitas eran redondas literalmente colocadas pegadas las unas con las otras y era bastante incómodo comer así. Es mejor una sola mesa larga o colocar las mesas separadas con normalidad. Durante el cocinado deberían haber ofrecido vino o refrescos a los participantes. La chef Taty realmente fue muy amable y simpática, siempre con una sonrisa, esto hizo una gran diferencia.