En el centro de Roma, a medio camino entre la fontana de Trevi y el Panteón, se encuentra esta gran iglesia barroca de pricipios del siglo XVII. Destaca por su magnífica portada, alta con dos cuerpos y tres puertas en la parte inferior, pero sobre todo por su bóveda y su falta cúpula.
En la bóveda se representa el papel de San Ignacio en la expansión del nombre de Dios por el mundo. Es espectacular por los efectos 3D que en esa época hicieron para mostrar un gran realismo.
Para verla existe un espejo en la parte central inferior, que fue puesta para las personas con movilidad reducida, pero que es sin duda la mejor manera de apreciarla. Merece la pena echar una moneda para que se ilumine y se pueda apreciarla mucho mejor.
Finalmente, también destaca la falsa cúpula, que se hizo con perspectivas y que sólo te sitúas justo debajo puedes apreciar que no es real. Todo un acierto.
Como he visto en otro comentario, efectivamente, con el free tour de Roma se visita.