Es justamente el edificio el que da nombre a la Plaza de España, antiguamente Plaza de la Trinidad. Aloja actualmente la embajada de España ante la Santa Sede. Como otros muchos países, como en Roma hay dos, hay dos embajadas por país, pero no caben todas ellas en el Vaticano, así que está distribuidas por Roma.
Este edificio italiano del siglo XVII fue inicialmente alquilado y posteriormente comprado por el rey de España Felipe IV, para la representación de España ante los Estados Pontificios (Entonces no existía Italia todavía).