Hemos ido con mi hijo de 10 años y mi hija de 7. Nos lo pasamos todos muy bien. El monitor un chico simpatiquisimo y muy atento. Hacen dos horas de actividad en la que les enseñan las armas y armaduras de los gladiadores, explicando sus funciones y con ejemplos para los que hacen intervenir a los niños. Luego en la arena, les hacen entrenar y les enseñan los ataques y defensas básicas, vestidos con la túnica de entreno. Al final hacen "luchas" y el emperador decide si viven o mueren, imitando la lucha de gladiadores original. Mis hijos se divirtieron muchísimo, y los padres también. La actividad es muy amena sobretodo gracias al monitor. El lugar es muy familiar, y no son peseteros. Padres y todos incluidos podemos visitar "el museo" sin haber"pagado la entrada" (obviamente pagas la actividad para los niños). Al final les dan un diploma. Cuando terminas te llaman ellos directamente a un taxi (que en 6 minutos está allí). Fue un acierto y la puntuación la han puesto mis niños, que al final es a quien les tiene que gustar. Lo recomiendo porque es un punto de diversión para ellos entre tanta visita a monumentos, ruinas y tanto caminar. Cómo crítica, tal vez un poco caro (me costó 176 euros los dos niños). El precio ideal para mí, serían 50 euros por niño.