Simplemente no podíamos haber elegido algo mejor! Julio es, sin duda alguna, el mejor de los guías, no sólo porque sea una fuente inagotable de información y porque conozca cada lugar como la palma de su mano, sino por su entusiasmo y calidez: ama su trabajo!
En cada viaje siempre tratamos de ir por nuestra cuenta, sea en auto propio, taxi o tour privado, evitando los paseos en grupo, ya que nos gusta ir a nuestro ritmo y conocer hasta lo mas mínimo, cosa que no siempre es posible cuando uno va en grupo grande. Esta vez sabíamos que teníamos que hacerlo así, pero el problema era: a quién contratar, en quién confiar si íbamos a viajar por rutas desoladas solo mi hija, un guía y yo??? Así que buscando en esta página dimos con estos tours privados de PeruNatRed, y leyendo las opiniones supe que el paseo lo teníamos que hacer con él: una persona confiable y muy profesional. Y así fue como lo contacté e inmediatamente me sentí cómoda y tranquila.
Julio mantuvo la comunicación conmigo siempre para explicarnos en detalle la visita a la reserva, qué llevar, etc, etc. Resolvió con paciencia todas mis ansiedades: llevas balón de oxígeno??? manejas tú, si??? no me mandas con otra persona, verdad??? Ni qué decir...súper paciente.
Nos recogió puntualísimo en una camioneta impecable y cómoda; el camino de ida y vuelta fue super ameno, gran conversador y sabe mucho no sólo de lo suyo sino de la situación actual del país, temas muy importantes; y manejó con sumo cuidado tanto a la ida como a la vuelta (hay que conocer bien la ruta).
Una vez en la reserva, aparte las explicaciones, etc, sabe dónde ir a tomar fotos y en qué momento (por la luz, viento, cantidad de personas, etc), y -sobre todo- sabe dónde están los animales (yo moría por ver a los flamencos y pudimos estar tan cerca de ellos, fue lindísimo! :).
Y algomuy importante: SABE tomar fotos con diferentes cámaras, algo importantísimo para mí, pues algunos guías no saben manejar cámaras reflex, etc., y de este paseo he vuelto con unas muy buenas fotos tomadas por él...mil gracias!
El almuerzo preparado por su esposa (incluído en el paseo) estuvo delicioso, ligero como para la altura, y fue servido en una pintoresca mesa puesta por el mismo frente a unas lagunillas...de verdad fue un momento mágico (a pesar que moría de frío por no haber llevado un cortaviento, tal como él me dijo).
Finalmente, en el salar, él ya tenía todo listo para tomar las fotos graciosas, y se veía que se divertía al hacerlo, pero luego de unas cuantas mi hija se trepó al carro por el frío y, bueno...aún él tenía otras ideas, pero ya será para la próxima vez! Igual tenemos algunas graciosísimas :)
De hecho que fue un día inolvidable. No duden en reservar este tour privado (y otros) con él. Lo vale! Un gracias inmenso!