Esta hermosa iglesia colonial al igual que otras de la ciudad, se deben visitar en horarios de servicios. Como en todas partes, está prohibido tomar fotos en el interior. En el siglo XVII se fundó el monasterio de las clarisas, la cual es la rama femenina de la orden franciscana. Inicialmente este era un beaterio para mestizas huérfanas descendientes de los Incas. Unos años más tarde se trasladan a la casa del conquistador Luis Gerónimo de Cabrera, en la actual plazoleta de las Nazarenas, donde habría permanecido hasta que se finaliza la construcción de la actual Iglesia. La iglesia es de planta rectangular, de una sola nave, de cal y piedra. El convento tenía más claustros, pero tras la “modernización” de la ciudad, solo quedó el primer claustro. El actual Mercado San Pedro se construyó sobre terrenos del convento de las clarisas. En el interior de la iglesia se destaca el Retablo Mayor, que es de clara tendencia rococó, del siglo XVIII. La iglesia se puede visitar en sus horarios de misa, pero el monasterio es de clausura.