Vale la pena! A pesar que es una subida empinada, llegas a la plaza (la iglesia está en reconstrucción) y tienes un ambiente muy agradable. Puedes recorrer y seguir subiendo (o no) las siguientes calles: todas muy tranquilas (sin los comerciantes vendiendo en las calles o escuchando el famoso “massage massage” de casa Calle en Cusco), agradables, bonitas y de verdad que recomendado. En un momento vimos unas escaleras empinadisimas y dijimos “un último esfuerzo que seguro encontramos algo bueno” y acabamos almorzando en el Guest House 1914 que tenía unas vistas alucinantes a todo cusco y la comida casera estuvo espectacular. También tenían unas bebidas propias y todo estuvo súper