A ver gente, yo soy una princesa de ciudad y hay que asumir que vas a la selva.
El alojamiento es básico pero más que suficiente: cama cómoda, mosquiteras y baño propio (el agua no es potable), comedor común, la comida super rica, bar (venden cerveza, refrescos y agua fresca) y para descansar una sala con hamacas, perfecto.
Tuvimos un guía 10/10, Edwin. Yo soy torpe y miedica, no me gustan las aventuras, pero Edwin consiguió que me volviera enamorada de la selva, incluso que en un futuro quiera volver, además a este mismo lugar con esta compañía.
Muchas gracias chicos por esta experiencia.