Salimos a Ginza con amigos no tanto porque queremos ir por allí, mas porque otra fiesta se terminó y aparecimos cerca de este disco.
Primero que sorprendió es que en la puerta no dejan entrar en la gorra. Bueno, sus club, sus reglas. A la pregunta porque política del club es así la recepcionista confirmó que a ella como empleada la gerencia no explicaba la razón de esta regla, entonces le dejaron incompetente cara a cara con el cliente. Y a mi, me dejo suponer que quizas la razón es que allí mismo hacen negocio de guardar cosas por 5 soles, y prácticamente es un pago obligatorio para cada persona que lleva algo de valor personal que no esta de acuerdo con la política del disco sin buena explicación.
Lo peor pasó adentro cuando uno de trabajadores de seguridad me dijo que tiene ambre y pregunto si puedo colaborar con algo de dineros. Que malcriado puede ser un club en centro de Miraflores que hace enorme monto de dineros y deja su seguridad trabajar pensando de su ambre en cambio de (actualmente) seguridad, poniendo sus clientes a riesgos y así no respetando ni a ellos ni a empleados de club.
De lo bueno fue la música por la banda en vivo. Pues, lo único bueno. Un punto de cinco solo por esto.