Al costado de la catedral, en medio con el palacio Arzobispal, se ubica la iglesia parroquial del Sagrario. Es casi poco notable desde el exterior, cosa que no es lo mismo al ingresar. Este pequeño templo, que guarda las partidas de bautizo, de matrimonio y de defunción de la mayor parte de los prohombres limeños del pasado, está constituido por una sola nave cubierta por una bóveda de cañón corrido que termina en una pequeña cúpula, como centro de un crucero de brazos muy cortos. Contiene este templo, además de su altar mayor, cinco retablos dedicados a San Cristóbal, San Miguel, Nuestra Señora de las Aguas, Nuestra Señora del Carmen, así como el baptisterio que no tiene altar. Por cédula real del 9 de junio de 1644, se ordena construir un “Sagrario” al costado de la Catedral en el lugar donde estaba la sala del Cabildo Eclesiástico. En 1653, el arzobispo informa al rey que el Sagrario se construiría al costado de la catedral derribando la sala que se había hecho para la Contaduría. Así el 23 de abril de 1665, comunica que ya estaba el Sagrario levantado. Pocas veces la he visitado pero es realmente bella.