Caminando con mi marido por la zona de la costa, en un día gris como casi todos en Lima, descubrimos este monumento. Es en homenaje a un surfista peruano, que logró ser campeón nacional durante tres años consecutivos en la década del sesenta, obteniendo su cuarto campeonato en 1974 y compitiendo también fuera del país. A los 50 años murió de un infarto, sus cenizas fueron esparcidas en el mar. La estatua de un poco más de dos metros de altura se encuentra ubicada en la Playa Makaha de la ciudad, lugar elegido también por los amantes de ese deporte que se reúnen en este sitio antes de entrar a las frías aguas. Siempre están esperando la mejor ola en el embravecido Océano Pacífico, sin importarles el clima.