Si estás en el centro histórico de Lima, puedes cruzar el puente Trujillo a espaldas del Palacio de Gobierno, caminar por callejuelas antiguas hasta llegar a la Alameda de los descalzos donde aún hay estatuas de mármol que representan a los signos zodiacales. Al fondo visualizamos un apacible y reconfortante espacio llamado el Convento de los Descalzos, al costado está el museo que perdura en el tiempo.
Hermoso museo rico en su historia y rodeado de mucha austeridad, el barrio donde está se llama San Lázaro, en el distrito del Rímac. El costo de ingreso es S/.7.00 soles para adultos y S/.2.00 niños, mayores de 65 años S/.3.00 que junto con la venta de recuerdos o souvenirs que brindan a los visitantes son una de las contribuciones económicas que permite el mantenimiento de sus instalaciones que aún perdura en casi cuatro siglos de existencia. El guiado en el recorrido está incluido y lo efectúan guías profesionales pero también voluntarios que por lo general son estudiantes de arte.
El museo convento es muy antiguo, fundado a fines del Siglo XVI por los monjes franciscanos, al recorrerlo se siente un ambiente propio de vida espiritual y reflexión plena. Es de una arquitectura rural muy parecida a las casas hacienda de nuestra sierra, que te transporta al pasado observando sus paredes de adobe y quincha, techos de madera, silenciosos y extensos corredores, capillas y celdas donde se aprecia cómo vivían los monjes. En su interior también encontramos una valiosa colección de lienzos coloniales de las escuelas de Lima, Cusco y Quito, destacando la obra de Bartolomé Esteban Murillo, Diego Quispe Tito, Leonardo Jaramillo, Angelino Medoro y Bernando Bitti. Uno a uno engalana cada una de las paredes de este recinto religioso.
Otros ambientes interesantes son la botica, la enfermería, la dispensa, cocinas, aparatos para la fabricación de vinos y licores, y una de las famosa pailas de la porciúncula, la imprenta donde día a día se restauran antiguos libros para que perduren, destaca también una respetable biblioteca porque los religiosos de este recinto eran muy cultos y preparados.
Lo que sí o sí visitarás es el Claustro Guardianal, que data del siglo XII, aquí descubrimos una interesante colección de lienzos con rostros destacados de la orden franciscana. La ferviente devoción religiosa se destaca en su recorrido con la capilla de la Vírgen del Carmen, la sala de Nuestra Señora de los Ángeles, el refertorio, la capilla donde Miguel Grau héroe de la Guerra del Pacífico rezó antes de partir al combate de Angamos y para finalizar un amplio patio ayacuchano con mucho belleza en sus portales decorados.
El recorrido guiado dura de 45 minutos hasta 01 hora y un poco más, pero a veces tiene variantes, no sé si es aleatorio pero yo lo he visitado en 02 oportunidades y en la segunda de este año no nos mostraron la imprenta y el recorrido por las capillas fue muy rápido por ejemplo. Igual lo recomiendo al 100%, conocerlo, disfrutarlo y llevarse el mejor legado en la memoria y algunas fotografías donde esté permitido.