INKO NITO no defrauda. Es un lugar animado, donde sirven comida rica y original, no barata, pero que merece la pena. Todo lo que sale de su robata es genial.las gambas, el cordero… para recordar sus gyozas. Todo muy bueno. Lo mejor, sin duda, su manager, Patricia. Una mujer que sabe cómo llevar el negocio y hacer sentir especiales a sus clientes. Por eso el local, que es grande, está siempre lleno! Ella es imprescindible.
Es un “must”. Siempre que estamos en Londres vamos. Sin falta.