Nos topamos con este lugar cuando buscábamos la entrada a Mulgrave Woods a principios de este año. Normalmente nos quedamos en Vancouver Cottage (autoservicio). Ahora que hemos experimentado el be & be de Mulgrave Country Cottage, es difícil imaginar quedarse en otro lugar mientras esté en Sandsend en el futuro.
Mi mamá y yo reservamos dos habitaciones y también vino mi cocker spaniel:
Habitación 5 (Hazel) &
Habitación 6 (Cereza)
Reservamos por teléfono, nos preguntaron si teníamos alguna solicitud especial (un buen detalle). Reservamos un espacio entre semana para disfrutar de lo mejor que el área tenía para ofrecer, sin la afluencia de excursionistas de un día los fines de semana.
Ambas habitaciones son amplias y luminosas (nos alojamos durante el día más caluroso de esta década).
Cada habitación era realmente cómoda. La ropa de cama es fresca y de gran calidad. Las toallas eran blancas y mullidas. Estas cosas son importantes para mí, así que sentí que estaba en casa lejos de casa (sin que yo hiciera el trabajo).
Una máquina de café y tetera, con una selección de té, café y chocolate caliente se repone diariamente. Se proporcionaron vasos de leche junto con un par de chocolates y galletas. También se ofreció leche fresca.
Cada día se colocaba una botella grande de agua fría de la casa en nuestras habitaciones y se reemplazaban los artículos de baño si era necesario.
Al llegar, nos mostraron dónde estaban el ventilador de la torre, el secador de pelo y otras comodidades. También se proporcionaron batas de baño de algodón y pantuflas. Como el pronóstico era de un clima extremadamente cálido, compramos nuestro propio ventilador Dyson con nosotros (que no necesitábamos).
Nuestras dos habitaciones tenían una zona de estar/balcón. No podíamos oír nada más que el canto de los pájaros y el murmullo del arroyo. El anfiteatro de árboles me recordó los verdes y exuberantes valles de la Toscana.
Nuestros anfitriones brindaron información sobre los mejores lugares para que nuestro perro nade en las piscinas frescas y sombreadas dentro del arroyo. Había una manguera disponible para lavar a mi perro y secarlo para asegurar que mi habitación no tuviera señales de que un perro hubiera visitado alguna vez. Compré su jaula conmigo, así ella tenía su propio lugar seguro para dormir y un lugar para descansar mientras desayunamos.
Había ganchillo y petanca en el césped, áreas para sentarse en la terraza al frente de la propiedad ya lo largo del borde del césped. Incluso había un columpio y una hamaca, lo que sentimos que reforzaba aún más el pensamiento y la pasión de los anfitriones para garantizar que los invitados estuvieran cómodos y animados a disfrutar de los terrenos.
Nuestros anfitriones Jason y Steph no podrían haber sido más acogedores. Nos ofrecieron una bebida y encontramos flores frescas en nuestra habitación. Incluso se ofrecieron a organizar el periódico Mums para que estuviera disponible en la mesa del desayuno.
El desayuno era algo bastante especial:
- Plato de frutas (cerezas, frambuesas, arándanos y fresas)
- Yogur
- Cereales
- Tostadas, mantequilla y conservas
- Ingles completo
- Arenques/salmón ahumado
- Huevos, etc.
Todo era de una calidad excepcional: los huevos escalfados tenían yemas doradas casi anaranjadas y las salchichas eran solo una de las razones para volver una y otra vez.
Tengo 50 años y mamá tiene 80 años. Hemos viajado mucho a lo largo de los años. Los dos somos muy "quisquillosos" con las cosas que importan (cama cómoda, sábanas frescas, toallas mullidas, comida de calidad de origen local). La hospitalidad genuina y sentir una gran sensación de calma y satisfacción es un hallazgo raro.
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