La experiencia fue bastante nefasta.
Hotel enorme, se nota que las instalaciones fueron creadas pensando en un 5* pero lamentablemente se ve que no tienen como mantenerlas. No llega de lejos ni a un 3*.
Por lo que parece, el hotel ahora enfoca sus esfuerzos en llevar grupos enormes a precios asequibles. En nuestra estancia habia un grupo de unas 200 personas celebrando una festividad judía. Los pocos recursos que había estaban destinados a ellos. Lo huéspedes que no perteneciamos a ese grupo, que eramos 5 habitaciones, no existiamos.
Todas las zonas comunes estaban bastante dejadas y sucias.
Por ejemplo la piscina:
- Las cascadas no funcionaba.
- Faltaban cientos de gresites, con el peligro de cortes que eso conlleva.
- Estaba sucia, llena de tierra, polvo y arena.
De todos los restaurantes y bares que salen en su web, solo estaba abierto uno en el cual tuvimos que esperar mas de 90 min para que nos trajeran la cena a pesar de haber solo 4 mesas ocupadas. Comida sin más. Manteles y mesas con manchas, gatos entrando en la zona privada de cocina, etc. Todos los demás, snack bar, otros restaurantes, salon de te, todo cerrado. Desayuno pésimo, diminuto con apenas variedas y enfocado a la creencia kocher. Nosotros optamos al final por salir fuera a hacer las comidas.
La limpieza brillaba por su ausencia, habia platos de comida por los pasillos que estuvieron ahi toda nuestra estancia, la orilla de la piscina estaba llena de colillas, vasos de plasticos, pañales de bebé, las hamacas estaban llenas de suciedad...no habia nadie limpiando.
Realmente te sentias incomodo.
Lo unico destacable fue la habitación, que es enorme y tiene vestidor, salon y un baño tipo spa gigante. Todo muy limpio.
A escasos metros del hotel hay una tienda souvenir y chiringuito de playa 'La Mer a dar el bhar' con buen ambiente para comer y cenar. Lo recomiendo sin duda.
Por todo esto, lamentablemente, no repetiría ni recomendaría este hotel. Ni cuesta lo que vale, ni es como lo venden.
Estamos pasando unos días en la isla Djerba en Túnez. Mucho me habían hablado de este lugar, y de la tranquilidad que en el encontraría, pues bien, una vez analizados los pros y contras de viajar por estos lugares, donde los malos recuerdos de hace tan solo un par de años te vienen a la memoria, decidí buscar un buen hotel y lanzarme con mi mujer a la aventura, analizados un gran número de comentarios, sobre los hoteles en esta isla, me incline por el Hasdrubal Prestige, y sinceramente creo no haberme equivocado en su elección. La calidad precio es insuperable en estos momentos y durante la temporada álgida del verano, las habitaciones, casi todas o todas en suite, son espectaculares, las comodidades de las mismas, su vistas y limpieza, las hace ser merecedoras de un sobresaliente.La atención de su personal, bastante buena, y las instalaciones de recreo, como piscina y playa cumplen con lo esperado, aunque la piscina está escasa de tumbonas y sombrillas cuando el hotel está lleno, no así las tumbonas de una playa casi privada y bastante limpia. El desayuno debería ser algo más elaborado..., no es de los mejores para un hotel de este nivel. Hemos cenado una noche en el, y tras otras cinco fuera del establecimiento, he de decir que yo le puntúo con un notable bajo, en comparación con la restauración de la isla, de la que hablaremos luego.En resumen, magnífico hotel de 5 estrellas en Djerba, al que se puede venir en familia y pasar unos agradables días bien atendido en unas instalaciones magníficas.
Un lugar de ensueño en una isla de ensueño este hotel es simplemente fuera de este mundo. . Playa Hermosa. aire libre piscina encantadora piscina cubierta personal muy amable sobre la comida pueden ser desayuno mucho mejor está bien, pero para otras comidas tienes que salir fuera. . .