Este hostal es una joya, y estoy sorprendido por algunos de los comentarios negativos y críticas menos favorables (parecen más viejos y anticuados). El personal fue más que amable conmigo, servicial cuando hice preguntas, y me sentí realmente interesado en mí durante mi estadía. No puedo responder a las quejas de otros sobre el desayuno. Encontré que el desayuno tenía mucha variedad, particularmente para un vegetariano (no como huevos, así que no puedo responder a los comentarios de otras personas sobre los huevos). Mi habitación era cómoda, tranquila y segura. Usé la caja de seguridad de la habitación, y aunque alguien más ha mencionado que sería fácil abrir la puerta, debe recordar que las personas no entran y salen del edificio porque la puerta de entrada está asegurada a todas horas. Además, el personal con frecuencia está ocupado y trabajando en todo el edificio, y saben qué habitación es suya, por lo que las posibilidades de que alguien entre a su habitación y no pertenezca allí son bastante pequeñas. El agua caliente era lo suficientemente buena. En todo el Perú, muchos lugares que ofrecen alojamiento no tienen agua caliente las 24 horas. Prefiero tener una ducha rápida y fría en lugar de no ducharme, pero si el agua caliente es esencial para usted, entonces debe planificarla, donde sea que se encuentre.
Una vez que entras por la puerta principal y comienzas a atravesar patios y patios hacia el jardín, estás en otro mundo, y si no lo supieras mejor, podría ser hace siglos. Este es solo uno de los encantos de este lugar. Tiene la capacidad de encantarte, pero solo si te dejas encantar. Muchas mañanas, mientras contemplaba el jardín mientras desayunaba, sentí una abrumadora sensación de paz y comodidad, como si estuviera en presencia del Creador, y no quisiera estar en ningún otro lugar. Me quedé por 12 noches, y a menudo observé a las personas que se apresuraban por una noche, y luego se iban a correr a otro lugar. Frenético, con derecho y exigente te hará incapaz de experimentar la magia de este lugar (y la magia del Perú). Este no es un hotel de cadena de lujo de cinco estrellas, pero personalmente, no soñaría con alojarme en un hotel así, por muchas razones. Este hostal es más como si fuera un huésped en la casa de alguien. Acepta eso y serás abrazado a su vez.
Un viaje exitoso a cualquier lugar, pero especialmente en Perú, requiere que te rindas a lo que encuentras y fluyas como agua alrededor de las piedras en el lecho de un río. La luz natural limitada en algunas de las habitaciones es una función de la arquitectura; Me encantó porque significaba que uno podía tener un sueño profundo y reparador durante la tarde si quería o necesitaba una siesta. Me llevó a imaginar cómo era la vida en la casa hace siglos cuando no había electricidad ni fontanería interior. El edificio da una sensación de paz y tranquilidad por haber soportado durante muchas generaciones. En última instancia, se trata de cuán bien se ajusta a un lugar y qué se espera. Planeo quedarme aquí cada vez que visite Arequipa, porque este hostal se siente como mi hogar, o el hogar de un querido amigo.
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