Mis amigos y yo nos alojamos en la suite villa de 2 dormitorios. Las vistas son espectaculares, las puestas de sol que verás rodando sobre la ciudad son impresionantes. Las habitaciones eran muy cómodas y hay aire acondicionado en la sala de estar. Fuimos a la ciudad y compramos comestibles e hicimos nuestras propias cenas y desayunos, nuestra cocina tenía todos los elementos esenciales de ollas, sartenes, platos, cubiertos y cafetera exprés. Antonio y Marinella fueron absolutamente maravillosos. También participamos en una cata de vinos que fue informativa con sabrosas delicias hechas por Marinella.
Los vinos de Santo Stefano son buenísimos, además elaboran y venden su propio aceite de oliva. La piscina es la manera perfecta de refrescarse del calor, está limpia y tiene bonitas vistas también.
Cosas a tener en cuenta: no hay restaurante en el lugar, esto no es como un hotel, si necesita más toallas, debe pedirlas, su habitación no se va a limpiar a diario (esto me gustó mucho porque sentí que mi propia casa) . Hay Wi - Fi gratis pero no es muy bueno en absoluto (¡también me gustó esto, nos hizo hablar mucho más!), el viaje a la ciudad fue un poco largo para nosotros para obtener suministros alrededor de 15 minutos (principalmente difícil porque no estábamos acostumbrados a las carreteras pequeñas y los hábitos de conducción italianos), está a aproximadamente una hora de la mayoría de las otras hermosas ciudades medievales, a solo 30 minutos de Cortona (recomiendo encarecidamente ir allí).
¡Definitivamente me quedaré aquí de nuevo! ! ¡Gracias Marinella y Antonio por su hospitalidad!
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