La hacienda te lleva hacia el pasado. Todo muy tranquilo y relajante. Por las mañanas puedes ordeñar vacas y recoger huevos para tu desayuno, el cual es muy tradicional, sabroso y acompañado por los dueños del lugar, personas muy gentiles y conversadoras. Totalmente recomendable como lugar de descanso luego del viaje desde Lima y para realizar los paseos.
Súper acogedor el lugar (amplio y limpio), bien atentos los dueños y su personal. Mis niñas estuvieron felices por las actividades para niños: ordeñar a la vaca, dar de comer a los conejos y aves, recolección de huevos, y el cuenta cuento frente a la fogata lo máximo....Lo recomiendo.
Súper entretenido el lugar para los chicos, felices con los animalitos y el paisaje, varios juegos también. Los adultos pagaban S/5 y los niños S/2. Todo el personal muy amable, las instalaciones lindas y limpias, lo recomiendo
Es la segunda vez que vamos sin embargo en esta oportunidad escogimos "la casa", la misma que se encuentra frente al jardin, esta casa cuenta con todo lo que se necesita para compartir en familia, además pueden aprovechar de prender la fogata, bañarse en la tina, jugar casinos, leer. Realmente es un ambiente muy acogedor, regresaremos!!!
Es una hacienda histórica, en la que más que buscar comodidades encontrarás una especial calidez y el motivo perfecto para querer quedarte y dejar atrás la ciudad. Mis hijos la pasaron MUY bien. Hay un establo para que los niños interactuen con los animales de la granja. La atención es como de casa. Desde el desayuno hasta la cena. Las charlas con Pepe fueron muy agradables.
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