House Boro es una excelente opción para alojarse y ver la monumentalidad de los lagos de Plitvice al día siguiente. El trato del personal es excelente. El alojamiento sencillo pero cómodo. Volvería a repetir. Relación calidad-precio, excelente.
Llegamos tarde y sin avisar, en Croacia las 19 h es hora de cenar en la mayoría de los turistas salvo los españoles. Boro nos estaba esperando, nos dio la habitación y le dijimos que salíamos de excursión a Slunj, un pueblo a 30 km que no tiene más de 20 minutos de visita pero que es muy recomendable. Nos ofreció cena, por supuesto habría que pagarla, pero le dijimos que sí. Así que cuando volvimos cerca de las 21h nos prepararon cena y disfrutamos de la acogedora casa y de la terracita exterior. La visita al parque era a la mañana siguiente, así que nos preguntó por la hora que queríamos desayunar y nos lo tuvo preparado. Si bien ambas cosas eran básicas, la cena y el desayuno, te evita buscar donde hacerlo en una zona en la que no abundan bares y restaurantes para ello, por no decir que ni encontramos. La habitación estaba limpia y suficiente para pasar una noche. Recomiendo esta casa si vas a visitar los lagos de Plitvice.…
House Boro esta cerca de una de las entradas de Plitvice National Park, aunque hay que ir en coche hasta las entradas del parque. Puede parecer una buena opción para alojarse por su situación pero nuestra experiencia fue mala. Al llegar te recibe Boro (El dueño), cuando llegamos no estaba en casa, nos fuimos a visitar el parque y nos lo encontramos a la vuelta. Cuando le conoces te invita a un chupito de aguardiente (que luego vende), asi sin conocerte y como detalle de hospitalidad. Lo aceptamos por cortesía, aunque no nos apetecía nada. La habitación era grande, aunque muy básica; decorada un un gusto más que dudoso y con un baño en el que hay una ducha en la que no funcionaba el agua caliente para dos. La ducha es cutre y pequeña. Boro, el dueño, te ofrece un desayuno "especial" que hace él mismo (se nota) por el módico precio de 6 € por persona. Aunque para Croacia es un precio desorbitado, más en un alojamiento de estas características, decidimos aceptarlo para probar un auténtico desayuno croata, casero y generoso, que es lo que nos dijo el dueño. El desayuno es de risa: Pan duro (no tienes la posibilidad de tostarlo), un huevo duro por persona, un vaso de refresco tropical sin gas (nada de zumo), café de puchero (muy malo), algo de embutido (Jamón de york local y queso de lonchas) y creo que algún sobrecito de infusion de supermercado. Todo esto por 12 € para dos personas. Vamos un robo. Boro además os recomendará un restaurente de un amigo, "con muy buena comida", a unos 5 min en coche de su casa. El restautante es cutre y la comida es mala, no merece la pena. Sólo pasamos una noche y despúes de desayunar decidimos pagar el alojamiento y olvidarnos de esta experiencia negativa pero...nos encontramos con otra sorpresa. Aunque en la reserva ponía que se pagaba en Kunas, nos pidio el importe en Euros, como le contestamos que queríamos pagar en Kunas, nos dió un importe con un cambio muy favorable a él. Si en Croacia nos estaban cambiando el € en estas fechas entre 7,3 y 7,5 kunas, el nos pidió un cambio a 7,8 kunas poniendo como excusa no se qué problema con el banco. Si le pagamos en Kunas no tiene que tener ningún problema con el banco, es su moneda local. En este momento aprovechamos para decirle que uno de nosotros se había duchado con agua fría y el simpático de Boro, nos puso cara de "y a mi qué me estais contando"; entonces decidimos pagar, irnos y seguir disfrutando de nuestras vacaciones. Mal sitio para alojarse, por la zona hay muchisimas otras opciones que seguro que son mejores e incluso más baratas.…
Linda familia propiedad guesthouse. Situado a unos 2 km de la entrada al parque nacional de Plitvice, así que se puede ir andando. La cena fue estupenda y el desayuno también. Las habitaciones están muy limpias, pero no hay televisión. Internet wi-fi disponible.
Nos alojamos aquí para un viaje de dos al Parque Nacional de plitivice lagos. Es un alojamiento familiar que son increíblemente amable desde el momento en que llega y muy bien informado de la zona. Un hotel muy acogedor y cálido lugar para alojarse, que está muy cerca de las principales entradas al Parque Nacional de plitivice lagos. Si pides boro, el dueño, él le puede ofrecer unas recomendaciones de dónde ir y comer. Sin duda volveré a alojarme allí la próxima vez que visite este bello parque nacional!
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