Holiday Inn Mexico Buenavista, an IHG hotel
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Información
Descubre por qué tantos viajeros ven Holiday Inn Mexico Buenavista como el hotel ideal cuando visitan Ciudad de México. Además de aportar la combinación ideal de calidad, comodidad y ubicación, ofrece un ambiente de moda con una amplia variedad de servicios diseñados para viajeros como tú.
Para aquellos que estén interesados en visitar puntos de referencia conocidos durante su viaje a Ciudad de México, Holiday Inn Mexico Buenavista se encuentra cerca de Metropolitan Cathedral (Catedral Metropolitana) (2,2 km) y Zona Rosa (2,3 km).
Holiday Inn Mexico Buenavista es un hotel de moda con televisor de pantalla plana y aire acondicionado en las habitaciones, y es fácil permanecer conectado durante la estancia, ya que ofrece wifi gratuito para los huéspedes.
El hotel tiene recepción abierta 24 horas, servicio de habitaciones y conserje. Además, los huéspedes pueden disfrutar de piscina en la azotea y desayuno, lo que lo ha convertido en una opción popular entre los viajeros que visitan Ciudad de México. Para los huéspedes que tengan coche, hay parking gratis disponible.
Mientras estés en Ciudad de México, quizás quieras probar algunos de los restaurantes que hay cerca de Holiday Inn Mexico Buenavista, como Sanborns de los Azulejos (1,8 km), Limosneros (2,0 km) y Restaurante La Polar (1,4 km).
Si te interesa explorar Ciudad de México, visita museos de ciencias como Universum Museo de las Ciencias de la UNAM, Palacio De La Medicina y Museo de Geologia de la UNAM.
Para Holiday Inn Mexico Buenavista tu comodidad y satisfacción son lo primero, y están deseando darte la bienvenida a Ciudad de México.
Ubicación
Opiniones
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Hotel Holiday Inn Buenavista
Su servidor, Lic. Salvador Herrero Jonguitud, me dirijo a su atención para comentarle acerca de la experiencia personal vivida en su hotel el pasado Jueves 16 de Mayo, fecha en la pernocté en la Suite 212, con el afán de enterarlo sobre el servicio recibido durante dicha estancia.
Arribamos, mi esposa y yo, alrededor de las 11.30 pm, con el fin de descansar y pasar la noche en el hotel, ya que estábamos celebrando nuestro Aniversario y queríamos estar en un lugar diferente al de nuestra casa. Esto fue un plan espontáneo que se nos ocurrió por la tarde, por lo que llenamos una maleta, nos fuimos al gimnasio a hacer ejercicio y saliendo nos dirigimos hacia allá. Aclaro que no teníamos reservación y llegamos como ‘walked in’ a la recepción directamente.
Aquí es donde comenzó la situación, ya que al llegar a Front desk le preguntamos a la recepcionista (quien, después me percaté, no portaba chaleco, ni gafete de identificación) acerca del costo de la habitación. La señorita, sin voltear a vernos para responder, solo nos dijo que el precio era de $ 3,286 pesos. Obviamente, no es un precio regular de habitación standard, así que le pregunté si no tenían promociones, tarifa comercial, algún descuento o paquete atractivo, pero sólo se limitó a decir: “no, ese es el precio”. No dijo ni siquiera de algún otro tipo de habitación disponible, ya que evidentemente lo que estaba rentando por ese precio, era una Suite, cosa que constatamos una vez que nos instalamos en ella. Y aún le hice el comentario de que entonces se trataba de un hotel 5 estrellas. En lugar de aclarar que se trataba de una Suite, respondió como indignada: “¡No! Es un hotel de 4 estrellas”.
No deseábamos discutir, por no echar a perder nuestro momento, pero estoy seguro que la señorita se guió por algún prejuicio, ya que nos vio en pants y camiseta, sin siquiera observar que también llevábamos equipaje, automóvil y al llegar a la recepción, dispuestos a rentar una habitación, tenemos capacidad económica suficiente para pagar por una estancia en ese y otros hoteles, sin problema alguno. Pero el hecho es que, evidentemente no fuimos tratados con la debida atención y cortesía que merecemos, como huéspedes y principalmente, como personas, ya que más parecía que ya deseaba deshacerse de nosotros y por ello desde el principio nos trató despectivamente, poco atenta y empática y tratando de desecharnos, ofreciéndonos lo más caro que tenía.
Esto, evidentemente, es poco profesionalismo, falta de vocación de servicio, incumplimiento de procedimientos estandarizados por la marca y poca disposición de dar un servicio de calidad. Francamente, nos sentimos mal tratados, a pesar de que, de manera sencilla y dispuesta, aceptamos las condiciones ofrecidas, dado que lo que queríamos y necesitábamos era ya ir a descansar a la habitación. Nos condujo a la misma el Bellboy en turno (tampoco nos dijo su nombre, ni tenía gafete), quien no estableció comunicación con nosotros hasta llegar a la Suite 212, pero sí se portó atento. Pero lo que puedo decir, es que no explicó el tour de instalaciones y horarios de centros de consumo, ni los servicios, funcionamiento y amenidades con que cuenta la Suite, la cual, evidentemente, requiere se le dé un trato preferencial a los huéspedes que ahí se alojan. En mi parecer, no cumple los estándares establecidos del procedimiento de conducción al huésped a su habitación, ya que yo sé que la marca IHG los tiene establecidos. O no se le supervisa su trabajo, o tal vez no ha recibido suficiente capacitación al respecto.
Quiero aclarar que el Bellboy dejó nuestros equipajes sobre el sillón y no en el portamaletas, ni (en tal caso) arriba de la cajonera que se encuentra a un lado del buró. Y, como expliqué, no nos dijo con qué contaba y cómo funcionaban las cosas de la Suite. Al despedirse, se quedó esperando en la puerta, obviamente, su propina.
La suite está remodelada y muy agradable, pero las toallas son viejas, tienen ribete de reforzamiento en las orillas y hoyos que se generan cuando se aplica cloro a la prenda y no se enjuagan a tiempo y suficientemente. Anexo fotos de las mismas.
El aire acondicionado central no funciona, pero hay un mini Split en el pasillo antes de acceder a la habitación principal, por lo que se debe prender allá y esperar a que enfríe toda la zona.
Continuando con la experiencia del trato, al día siguiente nos enteramos que la recepcionista descortés se llama Victoria. Por cierto, el Bellboy en turno (alto, moreno) no se había rasurado. Esto da mala imagen para un hotel de su categoría.
Hicimos nuestro ‘checkout’ sin mayor inconveniente, pero con el mal sabor que aún teníamos de sentir que abusaron por parte del hotel, para cobrarnos por un producto superior, para intentar desanimarnos de rentar un cuarto, por ir en pants y sudados. Eso es prejuicio y discriminación, por el simple aspecto. Yo le puedo asegurar a usted que, al partir, el personal nos vio bien presentados, como profesionales que somos tanto mi esposa, como un servidor.
Infortunadamente, al salir olvidamos una bolsa en la Suite, precisamente sobre el sillón largo. Al percatarnos un rato después de nuestro descuido (porque también uno debe reconocer cuando se equivoca) a eso de las 14.15 horas, llamé al Hotel para pedirles que avisaran a Ama de Llaves que por favor lo buscara y guardara mientras podía ir a recogerla. Estando en la llamada, les dije que esperaba en línea, mientras les respondían del Departamento de Ama de llaves, pero como se estaban demorando el recepcionista me dijo que me llamarían para avisarme al respecto.
Esperé casi media hora por la llamada y me volví a comunicar para saber si ya la tenían en su poder. Me contestó la llamada la señorita Abigail Cortés, quien me aseguró que daría seguimiento, ya que de Ama de Llaves no le habían respondido aún. Eso me extrañó, ya que sé que el personal que anda en áreas para la operación portan radio de comunicación y se puede dar seguimiento y respuesta casi inmediato, dirigiéndose a la habitación para investigar y responder. A eso se le llama SENTIDO DE URGENCIA, cosa que no estaba yo viendo. Nuevamente, se ofrecieron a llamarme al Celular para darme respuesta sobre mi bolsa con cajitas olvidada.
Nuevamente, esperé un tiempo prudente para que me informaran que ya la tenían en su poder, pero al no recibir la esperada llamada, me volví a comunicar al hotel. Misma respuesta…. ¡¡“Ama de llaves no ha respondido”!!
Debo también agregar que el numero de llamadas fue vasto, ya que en ocasiones no entraba, o bien, me daba la impresión de que al responder colgaban. Pero no quiero pensar mal, solo imaginar que son ‘fallas en la comunicación’.
Así que usted entenderá mi nivel de enojo y desesperación, sabiendo que sin lugar a dudas dejé esa bolsa, en ese lugar preciso de la suite y simplemente sentir que no le importaba a nadie, no había reacción, ni explicación, ni solución alguna a algo tan elemental en el servicio.
Lo que quise es que de plano opté por ir al hotel esa misma tarde (Viernes, ya has de saber el tráfico) para que en mi presencia me dieran solución.
Al llegar al hotel, pedí hablar con la gerente de guardia, quien resultó ser precisamente la señorita Abigail Cortés. Me preguntaron la razón para la que quería hablar con ella y les respondí que ella ya sabía de lo que se trataba, ya que habíamos hablado por teléfono. Se notó desconcierto y nerviosismo en el personal, pero insistí en hablar con ella. La respuesta fue que ya venía el Ama de llaves a decirme “qué pasaba” con mi bolsa, pero aún así yo quise hablar con la señorita Abigail.
Casi al instante llegaron dos personas de A. de Ll. con la bolsa. No sé si era camarista y supervisora, o qué puesto tenían quienes me entregaron la bolsa en recepción.
A pesar de que ya había recuperado mi artículo, esto me volvió a causar cierta molestia, ya que hasta que no fui al hotel, fue que se movilizaron e interesaron en atender mi solicitud. Yo digo: ¿porqué llegar hasta el punto en que ya está molesto el huésped, para atender y solucionar una solicitud? No hay empatía, ni sentido de urgencia.
Si bien, la remodelación del hotel está quedando de muy buen gusto (que además, no es fácil cubrir adecuadamente tanto espacio), esto no representa o asegura en modo alguno, un buen servicio al cliente y/o huésped. Mi parecer, es que hay apatía y negligencia en el personal de servicio. Es como sacarlos de su área de confort, al tener que atender a su trabajo y/o cualquier atención adicional, fuera de la rutina normal de su día a día, dejando mal parada la imagen de la marca Holiday Inn e InterContinental Hotels Group.
Volviendo al punto de la conversación con la Gerente en turno, Lic. Abigail Cortés, he de decir que sí me atendió, después de mi insistencia y de pedirle que por favor habláramos fuera de la Recepción y en un lugar más privado (como se debe atender una queja) donde pudiéramos sentarnos y que le pudiera expresar algunos de los inconvenientes sufridos desde mi llegada al hotel. Así fue, le externé mi lógica molestia, causada por la pasividad y negligencia con que “buscaron” mi bolsa. Además, le hice saber que haría llegar mi queja sobre el trato discriminatorio y falto de cortesía hacia nosotros por la señorita Victoria del turno de la noche, quien mas bien parecía que quería deshacerse de nosotros…. No sé, tal vez “mucho trabajo” y la estábamos distrayendo.
Desafortunadamente y con mi sorpresa, a pesar de que la señorita Abigail asentía y parecía entender la molestia que le expresaba, NUNCA ofreció una disculpa, una solución y/o compensación por todas las molestias causadas. Por ello es que le dije que extendería a instancia directivas esta carta, así como en redes, hasta obtener una atención real al mal servicio recibido.
Le sugerí a la señorita Cortés que den capacitación al personal y supervisión sobre el cumplimiento de los estándares de procedimientos de la marca, principalmente los de atención al huésped. Y otro de atención de quejas.
Les agradezco su atención al presente.
Atentamente,
Lic. Salvador Herrero Jonguitud
Respecto a la habitación muy amplia, limpia, cómoda, me gustó mucho.
Respecto a la zona de alberca y gym es un espacio abierto al público no solo para huéspedes porque la alberca estaba ocupada por una maestra y sus alumnas impidiendo poder entrar.
Hay un Starbucks dentro del hotel cosa que se agradece.
Cuentan con alberca y pantalla (tipo cine), por la tarde proyectan películas para niños.
El servicio del restaurante es terrible, te dicen que el bufete para menores de doce años es gratis, pero después de comer te lo cobran porque dicen que los niños solo podían comer un cereal o una avena.
El servicio a la habitación es total deficiente, en una ocasión pedimos comida a la habitación a través de su página del menú, nunca llegó la comida porque dijeron que debimos llamar para avisar que estaba el pedido (aunque su página ofrece hacer el pedido por ese medio).
En una segunda ocasión pedimos por teléfono la cena a la habitación y nos dijeron que sí llegaría, pero no llegaba y después de 3 llamadas la recepcionista dijo que el personal de restaurante ya se había retirado y no trajeron la cena.
En una tercera ocasión, estábamos en la alberca pedimos comida a un mesero y no nos trajeron ni un refresco.
Me pareció de no creerse, en ningún otro hotel hemos padecido tales groserías y desatenciones.
"Checar horarios de uso de clases de la alberca. "Leer la opinión completa
"El barrio es cómodo pero no tan iluminado para la noche. Los lugares para cenar cierran muy temprano"Leer la opinión completa
"Ir a otro hotel, la zona no es segura para andar cuide sus cosas, hay muchas Indigentes y recolectores de cartones, botellas etc"Leer la opinión completa
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