La búsqueda de la casa de huéspedes para familias ideal en Arequipa no tiene por qué ser complicada. Bienvenido a Grace Valley, una fantástica opción para viajeros como tú.
Al estar cerca de los puntos de referencia más conocidos de Arequipa, como Museo de la Catedral de Arequipa (0,5 km) y Plaza de Armas (0,5 km), Grace Valley es un magnífico destino para turistas.
Se ofrece wifi gratuito a los huéspedes y las habitaciones de Grace Valley incluyen zona de asientos.
Durante la estancia, disfruta de algunos de los servicios que ofrecen, como espacio para guardar el equipaje, chimenea exterior y sillas de playa. Los huéspedes de Grace Valley también disponen de desayuno incluido allí mismo. Para viajeros con coche hay parking gratis disponible.
Mientras estés en Arequipa, quizás quieras probar algunos de los restaurantes que hay cerca de Grace Valley, como Zig Zag Restaurant (0,8 km), La Nueva Palomino (1,5 km) y Restaurant Sol de Mayo (1,2 km).
Si buscas algo que hacer, Mundo Alpaca (1,0 km), Yanahuara (0,9 km) y Museo Santuarios Andinos (0,4 km) son buenas maneras de pasar el tiempo y puedes llegar andando desde Grace Valley.
Grace Valley está deseando darte la bienvenida cuando visites Arequipa.
Este año tuve el privilegio de hospedarme en uno de los mejores hoteles de Arequipa! un servicio fenomenal!, desde el personal de limpieza hasta la dueña del hotel fueron increíbles jamas pensé que un lugar tan pequeño lo pudiera sentir como esta en casa.
Me hospede 25oct de este año, este hotel rompe esquemas ya que no es un edificio grande y tiene bonitas áreas verdes y el contacto con la naturaleza te hace sentir en paz, no hay bulla tranquilamente puedes hacer un picnic o practicar yoga, este hotel esta en crecimiento pero cumple con la hospitalidad que algunos hoteles olvidan. Sin mas que Decir agradecido por la recepción y preocupación para que me sienta como en casa, en un futuro tengo la certeza que pueden competir directamente con grandes cadenas hoteleras como Casa Andina o Libertador.
3 estrellas es el risultado promedio de 5 estrellas para la cordial bienvenida y toda la atenciòn que me dieron y de 2 estrellas para la estructura. Seguramente durante la convenciòn minera los precios suben, pero mas de 200 dolares por noche son demasiado, comparado con la calidad de la estructura. De toda forma el piso del cuarto es limpio, los SS.HH también y los dueños muy acojedores. Les dije que soy vegano y me prepararon cada dìa nuevos platos para el desayuno y el ultimo dìa me prepararon desayuno solo par mi muy temprano por la mañana, de manera que he podido desayunar a las 6am en vez que a las 8, por eso muchisimas gracias. Sugerencias: arreglar las tomas electricas en la hab.101 - meter una silla para quien debe trabajar a la computadora: hay una pequeña mesa, pero no hay silla. Contras: se siente el ruido de los autos que bajan por la calle Consuelo, debido a la mala pavimentaciòn.…
Es estupendo encontrar caras amables y personas que se desviven por hacerte la estancia confortable. Gracias especialmente a Diana, que estuvo en todo momento pendiente de nuestro bienestar. ¡Así da gusto alojarse! Nada que ver con el trato frío e impersonal de los hoteles grandes. Por cierto, el desayuno, estupendo.
Nunca olvidaré la primera impresión que tuve de este hotel. Llegamos en taxi al filo de las diez de la noche, después de un largo viaje en autobús desde Copacabana, Bolivia. La calle estaba desierta, no se veía ni una luz ni una persona caminando. Parecíamos estar a kilómetros del centro de la ciudad. Nos costó encontrar el hotel porque desde fuera lo único que se ve es un cartel muy chiquito y una imponente valla que estaba cerrada. Tuvimos que tocar el timbre y esperar largo rato hasta que nos abrieron. Una vez dentro, la sensación cambió por completo. El Grace Valley es un hotel muy bonito, un pequeño oasis dentro de la ciudad, con un bonito jardín en el que se ubican las habitaciones. La nuestra era muy bonita y espaciosa, con una cama enorme y muy cómoda, justo lo que necesitábamos después de nuestro periplo boliviano por hoteles incómodos y duchas de agua fría. A la mañana siguiente pudimos comprobar que tampoco estábamos tan lejos del centro, aunque cierto es que no se puede decir que sea un hotel céntrico. No obstante, tiene tantos puntos positivos que se compensa esta pequeño defecto. El desayuno, servido en el jardín del hotel, exquisito. La atención del personal, excepcional. Estuvimos dos noches en Arequipa, y la noche del tercer día salíamos en autobús nocturno a Nasca. No sólo nos guardaron las maletas, sino que nos ofrecieron una habitación para darnos una ducha y cambiarnos de ropa antes de emprender el viaje. Bajo cualquier punto de vista, un lugar totalmente recomendable.…
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