Un hotel instalado en lo que fue una casona bellisima, ban mantenido cada detalle y la historia permanece. La habitación suñer amplia, baño y todo lo necesario para una estadía agradable. Los señores de recepción súper amables y siempre dispuestos a colaborar, excelente trato y disposición. Desayuno surtido y bastante bueno. Todo el personal es deseado amable y simpático. Muy recomendable
Gran hotel colonial, de ubicación ideal para recorrer el centro y lugares de interes cultural. Recepción super amables y atentos. Habitaciones grandes, cómodas, ideal para relajarse. Silenciosas. Desayuno muy bueno y variado. Hermosa ambientación, muy bien logrado.
Precioso hotel de estilo colonial con baños limpios y modernos. El trato por parte del personal es muy amable, en particular el personal de recepción. Desayuno variado (frutas, cereales, zumos, tostadas, mermeladas, ...) y el personal de cocina te prepara unos huevos revueltos si los pides. La primera noche dormimos en una habitación con claraboya y entraba luz desde que amanecía lo que, unido a nuestros problemas de jet lag, nos impidió conciliar el sueño más allá de las 5 am. Pedimos cambiar de habitación por otra sin claraboya y no hubo ningún problema. Pudimos dejar nuestro equipaje el día de nuestra partida con sensación de seguridad hasta la hora de ir al aeropuerto. En el patio central, hay un dispensador de agua mineral para poder rellenar tu botella y también hay disponibles infusiones, agua caliente y té de coca para que tú mismo te sirvas. Nuestra estancia allí fue muy agradable y recomiendo este hotel al 100%.…
Un hotel que fue anteriormente una gran casona colonial. Habitaciones y mobiliario respetando estilo colonial, pero dando en paralelo las comodidades actuales. Atencion muy amable. Buena relacion precio / prestaciones
Vine a Cusco con mi familia por Fiestas Patrias y nos hospedamos en este maravilloso hotel. No encuentro palabras para describir lo hermoso que es, la construcción tienen más de 400 años, por lo tanto, la decoración es asombrosa: espejos en pan de oro, cuadros de la Escuela Cusqueña, balcones hermosos, madera tallada, en fin, todo te deja con la boca abierta. La atención de absolutamente todo el personal es muy acogedora, amables, sonrientes, te hacen sentir muy bien. El desayuno es variado y delicioso. Sin duda alguna me he enamorado de este hotel y volvería a hospedarme sin pensarlo. Los felicito!
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