Este hotel resulta perfecto por su ubicación, en una calle en la que a pesar de celebrarse cada día le mercado matutino reina la tranquilidad. Estar en pleno corazón de Luang Prabang, a dos pasos del Palacio, de restaurantes, del río y de otros servicios no tiene precio. A pesar de ser un alojamiento sencillo, tiene bastante encanto. Su jardín central regala un pequeño oasis en la ciudad, y sus dos edificios están decorados con estilo. Nosotros elegimos habitación en la casa colonial, y creo que no tuvimos suerte pues daba a la parte trasera y le restaba cierto encanto no tener vistas al jardín, solo a un pequeño patio. Aún así, la habitación era bonita y tenía el tamaño justo. No nos resultó cómoda la cama, sobre todos las almohadas, demasiado firmes para nosotros. Tampoco era agradable abrir la ventana del baño, pues olía a pocete. Sin embargo, las amenities del baño tienen un aroma tan bueno que enseguida te envolvían con su olor a frutas. El wifi iba a ratos bien, a ratos regular. Pero en la zona del desayuno, junto al edificio de entramado, iba mucho mejor. El desayuno es bueno, muy bien presentado, pero creo que deberían incluir algo de bollería y ofrecerla en una cesta con el pan. Lo mejor, además de la ubicación y la tranquilidad, la atención de Valerie, la dueña. Ayuda en todo lo posible a los huéspedes y da mucha información.…
Este pequeño hotel es muy bueno, muy agradable el ambiente, muy limpio y está muy bien ubicado. Su dueña es muy agradable, da toda la información necesaria y que se le solicita. Lo recoendamos ampliamente
Tanto el trato de Valere como la limpieza y calidad del hotel se merecen las cinco estrellas. El desayuno es abundante y buenísimo. La ubicación es perfecta, cerca del night market pero tranquilo a la vez. La atención exquisita.
Hemos estado 4 noches en dos habitaciones diferentes. La situación del hotel es perfecta, cerca de todo lo visita le en la ciudad. La calle es el mercado matutino que le da un toque muy interesante. La dueña y la hija muy simpáticas, te ayudan en todo momento ( yo les encargue un pastel para el cumpleaños de mi pareja y cuando llegamos al hotel la sorpresa). Las habitaciones limpias, Confortables, Bien acabadas, todo puesto con detalle. El jardín muy apetecible en el remanso de paz de la ciudad. Desayuno incluido muy completo, cuesta terminarlo. Sin duda totalmente recomendable. No os lo perdáis si pasáis por Luang Prabang!
Me encantaron las instalaciones del hotel, la habitación muy amplia, muy cómoda, el baño excelente, el diseño, los detalles, todo de primer nivel. El desayuno del hotel es espectacular. Tiene un amplísimo jardín donde, cuando no da el sol, está genial para desayunar y relajarse. Podría estar un poco más iluminado en la noche. Y con una piscina sería fantástico. Es lo único que le estaría faltando. La limpieza es 10 puntos. La dueña es muy amable. La ubicación también está muy bien, tiene en la puerta una feria local, que ni siquiera se siente por lo cual el descanso siempre fue perfecto. Con Aire acondicionado, lo que se agradece porque hacía mucho calor, más de 30ª en marzo.
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