Por un lado, hubiera sido un buen detalle contar con un cambio de toallas de pileta. Al cuarto día de uso consecutivo ya no eran cómodas de utilizar (las colgabamos del perchero de enterada pero siempre estaban allí las mismas luego de ser hechas las habitaciones). Por otro lado, no tiene sentido la actitud y rigidez del personal en el desayuno. Quien nos recibió no resultó muy amable. Ingresamos al salón cuando sólo había tres mesas ocupadas y fuimos obligados a sentarnos en una mesa al fondo junto a los baños pues en ella había dos tazas preparadas mientras que las otras mesas tenían tres o cuatro, es decir, "no correspondía que se sentaran dos personas pues estaban preparadas para más". Finalmente, y como era de esperar, 13 de las 15 mesas fueron ocupadas por parejas, es decir, sólo dos huéspedes (insisto que la diferencia era si tenían dos o más tazas puestas en la mesa, pues todas tenían cuatro sillas!). Y como si fuera poco, ante nuestros comentarios acerca de lo ilógico del planteo acerca de las mesas, que con el llegar de los otros huéspedes se confirmó pues se terminaron ocupando todas las "mesas de 4" por solo 2 personas, fuimos "casualmente" servidos mucho tiempo después de otros pasajeros que llegaron más tarde (algunos incluso llegaron a comer e irse antes de que llegara nuestro desayuno (y aclaro que son 5 menúes predefinidos). Castigar a los huéspedes que hacen un comentario acerca de lo ilógico de ciertos manejos no creo que sea un política sana. Como corolario, al pedir el libro de quejas en la recepción, buscaron un simple cuaderno en blanco pues aparentemente no lo tenían. ¿No es mandatario contar con uno?…
El hotel está muy bien, con habitaciones amplias y con todas las comodidades. También está muy bien la zona de las piscinas, destacando las piscinas de agua caliente. El hotel tiene un sendero natural donde vimos varias ranitas rojas y algún otro animal autóctono de la zona. Pero para mí, uno de los puntos fuertes del hotel es el restaurante. Comida riquísima, con raciones abundantes a un precio muy bueno y una carta con muchas opciones. Aparte de destacar la labor de la cocina (todo lo que probé me gusto mucho), también tengo que destacar el trabajo de los camareros, que fueron muy atentos y educados con nosotros.
Hotel muy bonito, pocas habitaciones en medio de bosque y selva. El personal es super amable y con ganas de ayudar. La piscina es muy agradable y ofrecen de todo para un buen descanso. Esta lejos del pueblo principal pero eso permite un buen dormir. Super recomendable
Es lamentable encontrar hoteles donde no les gusta recibir ticos. Andábamos con un bebé, y en el restaurante nos dimos cuenta, que a pesar de que pedíamos la comida antes, les dieron prioridad a otras personas extranjeras (que llegaron después). Por lo tanto, no nos dieron prioridad ni por pedir antes, ni por andar un bebé de 6 meses. Terrible la atención hacia los costarricenses.
El hotel en general está genial. Las habitaciones son muy amplias, con dos camas de matrimonio, un baño bastante espacioso con una ducha grande y una terraza. El complejo tiene una piscina y varios jacuzzis donde poder relajarse entre vegetación, al finalizar las caminatas del día. Lo que me pareció más flojo fue el desayuno, que en general fue un punto débil que encontré en la mayoría de hoteles de Costa Rica. No es buffet, sino que tienes que elegir entre desayuno tico, americano o tortilla y te traen un plato combinado, y un plato de fruta para compartir. Cualquier adicional se paga a parte. Está muy bien situado, en la carretera de subida hacia la Catarata de La Fortuna, y a 5 min en coche del centro de La Fortuna.
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