El lugar donde se ubica el hotel, no se compara con nada, la vista, el sonido de las cataratas, cuando se abren las ventanas de la habitación. La comida, la atención del personal, la piscina... todo más que excelente.
El Gran Meliá Iguazú está enclavado en un lugar privilegiado y cuenta con un excepcional equipo de trabajo. Las vistas a las cataratas y su cercanía para realizar los senderos hacen único a este hotel. Las habitaciones son cómodas y bien cuidadas. El servicio de restauración se caracteriza por la calidad en sus comidas. Es un lugar encantador.
Estuvimos visitando el lado argentino de las cataratas y aprovechamos para visitar a una pareja de amigos hospedados allí. Habiendo estado en otros hoteles Meliá en Punta Cana, Panamá, etc. sabíamos de la calidad de los restaurantes de los hoteles Meliá y almorzamos juntos, el servicio de restaurante excelente, el personal muy amable y solicito desde nuestra llegada, la comida exquisita acompañada de una excelente selección de vinos. La vista desde el área de la pileta excelente, otra postal de las cataratas. ¡Muy buena opción para hospedarse dentro del mismo parque!
Tuve la oportunidad de ir dos veces a este hotel, y las dos oportunidades fueron excelentes en todo sentido. Tanto que la segunda vez ya algunos empleados se acordaban de mi y eso hizo que uno se sintiera muy tenido en cuenta. Lo que también notamos de cada uno de los que trabajan ahí es que lo saludan a uno con una mano en el corazón, un gesto muy bueno y cálido, además de que se desviven para atenderlo a uno. La primera vez llegamos algo tarde y aun así nos recibieron súper bien y nos dieron una bebida de bienvenida, nos asignaron el cuarto que habíamos elegidos con vista a las cataratas y vale mucho la pena. Justo fuimos para unas noches con luna llena, así que era apagar las luces de la habitación para disfrutar todo el paisaje desde el balcón. Los restaurantes tienen bastante variedad y son con platos ricos y abundantes. Fuimos a una habitación "Red Level" que incluye el acceso a una especie de living privado con bebidas y comidas incluidas durante todo el día, bastante bueno y es el punto indicado para tomar una merienda después de un día recorriendo el parque o luego de pasar un largo rato en alguna de las 2 piletas que tiene el complejo. Como dije, cuentan con 2 piscinas, una cubierta climatizada con chorros de aguar e hidromasajes, y una exterior desde donde se ven las cataratas. Lo único a mejorar o controlar se da en la externa, es el que la gente reserva su sombrilla o su sillón y desaparece toda la tarde o se van a comer impidiendo que otros usen ese lugar, he visto que sacan cada tanto las toallas "abandonadas" pero hemos visto que dejan ojotas o bolsos para reservar ese lugar. También cuenta con un sector de spa, junto a la piscina climatizada, donde se cuenta con sauna seco y húmedo, hay un gimnasio super completo y un sector de relax privado. También servicio de masajes, pero es pago. En la segunda oportunidad avisé que iríamos con mi mamá a pasar el día de la madre y nos hicieron varias atenciones y sorpresas. Es un alojamiento super recomendable y espero poder volver pronto a visitarlos.…
Muy agradecidos por la atención excelente ,con un nivel humano de todo el personal maravilloso,no olvidaremos está estadía ,gracias al sr Bianchi por la cordial bienvenida ,atte. Sr Antonio País y sra
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