Las habitaciones están sucias y descuidadas. No hay agua caliente (esta es necesaria por las bajas temperaturas) y sale con poca presión. Hay malos olores en la habitación (huele a drenaje) Se pierden cosas Cero atención y amabilidad del Personal hacia el huésped. La comida del restaurante es pésima, esta insípida y la sirven fría. Hay mejores lugares por el mismo precio. No vale lo que cuesta. En verdad busquen otra opción.
Un hotel muy rústico pero con una excelente vista, camas muy cómodas y cobijas abrigadoras, buen desayuno incluido, al ser un destino en algunos casos para viajar en pareja probablemente funcionaría una tina de hidromasaje más amplia.
Hotel ubicado en la carretera antigua entre Pachuca y Real del Monte. Está en una colina con lo cual tiene muy buenas vistas del entorno, predominando la paz, tranquilidad y el sonido de los pájaros. Las habitaciones son amplías, rusticas y muy cuidadas, con suficientes amenidades en el baño. Cuenta con una alberca cubierta con cristalera panorámica y la opción de tomar bebidas en el lugar. El servicio de restauración es bueno, de precio razonable y muy buena presentación. Sin duda un hotel familiar ideal para desconectar un par de días del agobio cotidiano. Muy recomendable y escondido.
El hotel está alejado del ruido, tiene una hermosa vista a la ciudad, los que te atienen al llegar son muy amables y se preocupan en todo momento por atenderte y que nada te falte, el desayuno rico, la alberca muy agradable y caliente :)
De acuerdo a las opiniones que leí antes, mis expectativas fueron correctas. El servicio es muy amable y cálido desde Mayra que me apoyó en la reservación y con las indicaciones para llegar. La habitación es limpia y está en buen estado, es rústica pero las sábanas están en perfecto estado. No hay agua caliente todo el tiempo, pero te encienden el calentador si lo solicitas y sale bien y por buen tiempo. La alberca está muy bien pensada, no tiene caldera, pero está dentro de una cabañita con techo de cristal y conserva todo el calor del día y el agua se calienta de manera natural. Llegué en la noche y aún con el frío de esa hora la alberca se mantenía tibia. No todas las habitaciones tienen chimenea, pero si pudieran reservar esa, se los recomiendo, es un gran detalle pasar la noche al calor del fuego. La persona encargada del turno de la noche, te consigue la leña. Y en caso de que no tengas idea de como encenderla, se ofrecen a ayudarte a hacerlo. El restaurante del lugar tiene muy buen servicio y es muy rico. Está muy cerca de Pachuca y de Real del Monte. Como es lo típico de la zona el viento es muy frío así que traigan chamarra. Y sí! Es un gran hotel PET FRIENDLY!! …
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