El Servigroup Marina Mar es un hotel de 4 estrellas que simplemente pues esta bien, sin más. Lo que se podría esperar de un hotel de playa standard, mucha gente, sobretodo familias, un buffet extenso, una piscina que está bien y punto. No volvería, creo que por lo que vale hay hoteles mucho mejores. En cuanto a aspectos negativos, no contratéis nada con Booking, volcaron mal la información al hotel y casi nos quedamos sin habitación. A parte de eso, te cobran por el gimnasio, cosa que me parece ridículo con lo que ya has pagado, me parece caro, 4€ por persona y hora y encima todas las maquinas están en muy malas condiciones. Luego hay un “spa”, lo pongo entre comillas porque es un jacuzzi y una sauna, punto.
Habitaciones amplias y bien equipadas. Servicio de animación completo. La ubicación es buena, aunque está a 400 metros de la playa, se pueden utilizar las instalaciones del otro hotel del complejo que está en primera línea excepto para comer y dormir. Sin duda, lo mejor, la comida: variada, rica y bien elaborada. El personal es súper agradable. Mención especial para Antonio, el jefe de sala del buffet, atento con todo el mundo y pendiente de todas las alergias e intolerancias, hacía mucho tiempo que no conocía a nadie tan dedicado e implicado con su trabajo. Merece un premio. Si tuviera que buscar algo mejorable, es que no tienen botellas de agua grandes.
Es un hotel realmente impresionante. Íbamos con los peques de 5 y 9 años, en ningún momento se han aburrido ninguno de los dos. Hay miniclub con numerosas actividades, y todas las noches a las 22.00 minidisco, después suele haber actuaciones para todos los públicos. Las dependencias de las piscinas están muy bien cuidadas, hay varias piscinas y muchas zonas para tumbonas. Por las mañanas suele haber aquagym en una de las piscinas, y por las tardes aquabaskett por ejemplo. Las habitaciones son muy espaciosas, algo que me llamó mucho la atención fue el hecho de que tuviese dos camas de matrimonios, por norma general, lo que solemos encontrarnos es una cama supletoria con un colchón que deja bastante que desear y un sofá cama, sin embargo en este hotel, eran dos camas de matrimonios, por lo que todos pudimos descansar muy bien. Mención aparte merece el buffet, soy CELIACA, e iba bastante preocupada con este tema (quien lo sea me entenderá) pues bien, no exagero si os digo que he comido de todo lo que he querido, todo estaba buenísimo y me han hecho sentir como en casa. Dar las gracias en especial a los maitres, tanto a Antonio como a Juan Pablo, había día que sin pedirles nada, estaban atentos y me traían un postre especial. He comido churros, crepes de chocolate, bocadillo de secreto, por supuesto mi pan todos los días, todo lo que quisiese aunque estuviese en el buffet, ellos me lo traían de dentro para que no hubiese contaminación alguna, por el tema de la gente, los cubiertos, etc. Pongo fotos de las comidas. El propio hotel tiene también un chiringuito a pie de playa, que según los días hacen fiestas temáticas, por ejemplo ibicenca. Hay bastante aparcamiento en el exterior, pero si quieres quedarte más tranquilo, por diez euros al día, tiene parking privado.…
Muy buena relacion calidad-precio. Las habitaciones y baños amplios y limpios. Bastante variedad de comidas y todas muy buenas. Buena ubicacion cerca de la playa. Transporte publico muy cerca para recorrer cualquier punto de la zona.
Es la segunda vez que iba, y no será la última, habitación amplia, limpieza excelente, comida bastante variada y muy buena. En general hemos estado de maravilla. Mi pequeña se lo ha pasado en grande y se ha sentido como en casa y eso es lo más importante.
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