En un hotel muy limpio y ordenado y ni que decir de sus trabajadores todos muy amables respetuosos y siempre están pendiente que no te falte nada. El dueño Robert es una persona que cumple con lo que te ofrece,antes que tomes la habitación te enseña las opciones de cuartos que tiene Los cuartos súper ordenados y cuánta con mosquiteros cada cama.sus desayunos son ricos y están incluidos en tu estadía según los días que te alojes. Con mi familia estuve 7 días y me voy encantado de todo en el hospedaje y como saben lo primordial en un lugar es la limpieza y orden y Pachamama cumple con eso. Gracias Robert prometo que si vuelvo a mancora no dudaré en visitarte nuevamente. Y lo bueno que se encuentra al frente de la playa osea tienes todo a la mano 👍🏼. Me olvidaba tienen unas pizzas buenazas la que más me gustó fue la pizza de mariscos. …
Recomendado al 100% la limpieza que tiene este hotel es excelente, las personas súper amables, nos quedamos una semana. Nos limpiaron la habitación todos los días sin la necesidad de pedirlo, el desayuno de primera las pizzas que preparan ahí también se llevan una buena puntuación. Gracias a Robert y todo el personal del hotel por tratarnos con mucha amabilidad y cuidar en todo momento de nosotros.
Ubicada a 50mts del centro de Máncora y frente a la playa. Un hostel lindo, fresco y amplio. Con duchas compartidas, habitaciones confortables con ventilador, espejo y mosquitero. Sectores comunes con mesas donde se sirve un abundante desayuno que consiste en: jugo del día, una taza de café o té, huevos revueltos, dos panes, mantequilla y mermelada de fresa. No te sirven más de una taza de café, si quieres otra extra te la cobrarán. También tiene restaurante: no es económico, más bien nivel medio, pero las porciones son abundantes y ricas. El dueño Robert es un suizo que no nos sonrió en ningún momento, tal vez no es su fuerte. Decidimos pagarle 3 noches por adelantado y en efectivo: lejos de darnos un descuento, nos cobró extra porque había una fiesta local y fin de semana. Decidimos quedarnos para dejar de movernos y relajar un poco en la playa, no fue el caso. El hostel pone música a todo volumen desde el mediodía el día y hasta las 21hs. Parece ser una estrategia para atraer clientes... como los bares al rededor, que todos ponen música a todo volumen, generando una bola de ruido incesante. El público general de este hostel, y de Máncora en general, es de fiesta. Así que todos entran y salen a todas horas, gritan, ponen música en las habitaciones y el personal del hostel no se hace cargo. En fin, si buscan relajar y distenderse, este no es el lugar. Si buscan fiesta y plata, definitivamente La Pacha-mama es una opción viable.…
Me alojé por cinco noches, cuando mi esposo vino a quedarse conmigo, le pregunté al personal un día antes cuánto costaría y "sra Kelly" me prometió un precio. El precio que prometió luego se arrepintió, no me importa pagar lo que vale pero no soporto que como huésped haya gritos de inconformidad por teléfono. Si sra Kelly trata a sus invitados de esta manera, lo siento por sus empleados. Una vez que llegó mi esposo, no tenía una banda en el albergue, por lo que le preguntamos al guardia cuando llegó. Se nos informó que no se necesitará una banda. Pero sin sorpresa, la chica de la recepción fue muy grosera con él porque no tenía la banda. (Por cierto, la niña parece no haber aprendido palabras como gracias o por favor) El colchón tenía el plástico de fábrica que hacía que la cama fuera más incómoda y más cálida. También cada sonido que se escucha entre las paredes. Sin embargo, la limpieza fue muy buena. No puedo recomendar este lugar, ni siquiera vale la pena el dinero debido a los propietarios groseros / descorteses y al resto del personal.…
Puede que no convenga al viajero de más de 30 años que busca un lugar tranquilo, de hecho, recomendaría a cualquiera que vaya a Máncora que consulte con la propiedad si tienen vecinos ruidosos, como bares o discotecas, y manténgase alejado de Panamericana o de la playa. Por supuesto, traiga tapones para los oídos. Quería un lugar sin lujos después de un viaje largo y de pesadilla desde Guayaquil y obtuve exactamente eso. El muy agradable propietario hizo todo lo posible para que tuviera un lugar donde dormir incluso cuando llegaba a mitad de la noche.
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