La búsqueda del hotel romántico ideal en Moggiona no tiene por qué ser difícil. Bienvenido a I Tre Baroni, una fantástica opción para viajeros como tú.
I Tre Baroni ofrece una gran variedad de servicios en la habitación, como minibar, y puedes permanecer conectado, ya que hay wifi gratuito disponible.
El hotel ofrece servicio de habitaciones, para que tu estancia sea incluso más agradable. El establecimiento también cuenta con piscina y desayuno incluido. Los huéspedes que lleguen en coche tienen acceso a parking gratis.
Durante tu visita, no dejes de ir a uno de los restaurantes de comida italiana de Moggiona como Ristorante Mater, que se encuentra cerca de I Tre Baroni.
I Tre Baroni te acerca lo mejor de Moggiona, haciendo que tu estancia sea agradable y relajante.
Un días estupendo en un lugar de ensueño. Para el cumpleaños de mi mujer elegí I Tre Baroni sabiendo ya que no me iba a arrepentir. Es un placer salir del Hotel y tener ya ganas de volver por lo bien que lo pasamos y de lo amable que fueron todos y digo todos:) Elegí la habitación 103 que incluye un SPA privado. Todo muy limpio y en optimo estado. La habitación muy grande con una vista a la naturaleza que te deja soñar. Contratamos dos sesiones de masajes y fue otra experiencia positiva. Tenemos ganas de repetir:)
Estuve hace dos días en este Hotel , el lugar es precioso pero lo mejor de todo sin lugar a duda el trato. Solo había pedido un plato para cenar y me ofrecieron varias cosas a degustar , que por cierto eran exquisitas!! Sin lugar a dudas volveré en cuanto pueda.La dueña habla perfectamente español... He vuelto encantada .
Yo pude disfrutar dos veces del restaurante I Tre Baroni durante mi estancia en el Parque Nacional de Foreste Casentinesi. Después de una travesía a pie desde Lierna, gusté el placer de la terraza panorámica para visualizar el valle y las montañas adyacentes. Una "birra" fría (cerveza) acompañada de un panini local me infundieron fuerzas para hacer el camino de regreso a casa. La segunda vez, fue una celebración de cumpleaños en el restaurante con los platos típicos de lugar. La carne de caza del lugar (venado, jabalí) fue todo un descubrimiento interesante. Y todo bien regado con vinos de la Toscana.
Este hotel de 3 estrellas (no 4 como se anuncia) está ubicado en Moggiona, a unos 15 minutos de tortuosas curvas de Poppi y a más de una hora de agobiante viaje a Florencia. La recepción al hotel es excelente con buen trato y expectativas, Cuando llegas a la habitación las expectativas se diluyen un poco. Es anticuada, con una TV de 12" de las viejas, decoración un poco cutre, barata y aprovechada. El lavabo es minúsculo con una ducha de 70x70 y sin espacio ni para las toallas. No tiene aire acondicionado a pesar de no ser tremendamente necesario si no fuera porque por la ventana entran mosquitos de pequeña envergadura y gran picada. Las camas son relativamente comodas si no se duerme en el centro (parecen de matrimonio pero son dos pequeñas y juntas). como dato positivo, se diría que la limpieza la hacen con cepillo de dientes porque es perfecta. Llega la hora de la cena, el restaurante ofrece una carta que se queda un pelín corta con buenos platos, que no son baratos. El restaurante está en el exterior bajo una carpa que no evita la entrada del frío (incluso en verano) y de los mismos mosquitos chiquitos de la habitación. Al dia seiguiente toca ir a desayunar, se hace en un restaurante cerrado, con paredes y techo. Es un buffet que contiene jamon dulce, queso, pan de molde i normal, tomates, alguna fruta, dos zumos (nunca supe de que eran) de botella y agua. A esto hay que añadir unas esporadicas pastas puestas todas en un solo plato y que no se reponen hasta que no desaparece la última. Cuando el camarero (el únco y desbordado camarero) retira el plato, el comedor entero mira la puerta por donde ha salido y en cuanto vuelve a entrar unas cuantas personas ya se levantan para ir a buscar el preciado croisant. Cuando llegas ya no queda ninguno y te vuelves a esperar una nueva reposición. Las bebidas típicas del desayuno se piden al mismo camarero y las prepara el director, que se agobia un poco cuando se le acumula el trabajo. Acabado el trámite puedes ir a la piscina, que es sencillamente magnífica, no cubre en ningún sitio, está impecable y a una temperatura ideal. Hay unas hamacas supercomodas con sombrillas y todo. Las vistas desde la piscina también son una maravilla. Las visitas a los alrededores son recomendables, en especial a la abadia franciscana de La Verna con comida casera en casa Letizia en Chiussi della Verna. Muy recomendable la tagliatta. El viaje en coche es un poco pesado por carreteras de montaña. Otras visitas más alejadas como Florencia, Peruggia o Siena son poco recomendables por la paliza de coche. Arezzo aún es factible. A la hora de la cena te das cuenta de que volverías a pedir los mismos platos que el día anterior así que innovas un poco y decides cenar al día siguiente en cualquier otro lugar. Nos fuimos tres días antes de lo planeado con un penalización de 1 día que pagamos casi a gusto.…
Este hotel complejo es un tesoro en el bonito valle toscano. La relación calidad-precio es extraordinaria y la comida y el servicio fabulosos. Está ubicado de maravilla para explorar los pueblecitos medievales toscanos. Le doy la nota más alta y lo recomiendo mucho. Además cuenta con la verdadera ventaja de una piscina que da a este impresionante valle. Andrea es un auténtico caballero y un camarero de primera.
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