Lugar super lindo con camas confortables, y un jardín magnífico. El mejor desayuno de Perú sin duda! 100% recomendable. Me sorprendió mucho encontrar un lugar tan lindo en un pueblito tán chico. Los anfitriones super atentos en todo momento.
No esperaba encontrarme en ese pueblecito remoto un lugar tan acogedor y agradable. Llegamos de noche y nos esperaba una sencilla y estupenda cena que nos hizo recuperar las fuerzas despues de un largo trayecto.
Alojamiento económico (aunque los hay más) en un lugar absolutamente maravilloso. Está en las afueras de Cabanaconde (aunque el pueblo es minúsculo, ¡eso no significa nada!), con habitaciones amplias y cómodas (nada de lujo, pero más que suficiente), alrededor de un jardín MARAVILLOSO, con unas vistas fantásticas donde relajarse y disfrutar de un lugar mágico. Desayuno muy bien. Tengo que decir que había leído comentarios sobre el señor que lo lleva y la ayuda que daba para excursiones por la zona, aunque nosotros no nos encontramos eso. Escasa información sobre excursiones y rutas (menos mal que ya nos habíamos informado antes) y el precio del bus que ofrecía era más caro que en otros sitios. Volvería.
La experiencia fue inolvidable: habitaciones cómodas e impecables, ambiente acogedor, vista impresionante del cañón, precios cómodos, etc. Una mención aparte merece la excelente atención del encargado del alojamiento, el Sr. Aquilino, hombre de edad pero con mucha voluntad de hacer de la estadía lo más agradable y placentera posible, sin dejar de mencionar que nos recomendó lugares para comer, puntos que visitar (que ni siquiera aparecían en los mapas) y nos acompañó hasta cierto tramo del camino de bajada hacia los pueblos del río. Sus experiencias y su conocimiento de la historia y la geografía de la zona fue un tema de conversación muy ameno y agradable la noche previa a nuestra partida camino a Sengalle y posterior regreso al pueblo de Cabanaconde. Muy recomendado, especialmente en temporadas bajas.…
En nuestro viaje a Arequipa, decidimos dormir en Cabanaconde en vez de en Chivay.Por un lado estábamos mas cerca de la Cruz del Condor para ir al amanecer, antes de los turistas y por otro lado es mucho menos turístico. Convivimos con la gente local y pudimos pasear por sus calles.Las mujeres visten sus trajes tradicionales y es una experiencia única.
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