No es de extrañar que el Machu Picchu sea el lugar más visitado del Perú. Esta maravilla arquitectónica de piedra caliza, sin argamasa, que data de mediados del siglo XV, está situada en una elevada meseta en las profundidades de la selva amazónica. Se puede acceder en tren desde Cuzco o, si te animas, hacer el viaje siguiendo un sendero a pie de varios días; viajarás por lo más profundo de los barrancos andinos y disfrutarás de unas vistas impresionantes.

Ollantaytambo cuenta con algunos de los edificios más antiguos de Sudamérica, continuamente ocupados. Antaño un bastión de la resistencia Inca a la colonización española, se conserva notablemente bien. Muchos visitantes llegan a Ollantaytambo porque resulta ser el comienzo de la ruta inca hasta el Machu Picchu, pero no tengas prisa: las ruinas son fascinantes.

Tan solo su ubicación, en el Valle Sagrado de los Incas, hace que Urubamba parezca un lugar místico y mágico. La montaña Ch'iqun cubierta de nieve se alza con arrogancia en el fondo de esta ciudad peruana que sirve de base para las personas que desean visitar las famosas antiguas ruinas incas de Machu Picchu. Las tirolesas y cabalgatas te permiten experimentar este valle de los Andes de maneras muy distintas.

El esplendor inca y el barroco andino están lado a lado en las calles de piedra de Cusco, representados por el palacio Coricancha y la iglesia de Santo Domingo flanqueando la Plaza de Armas. En este crisol de altas alturas de la cultura amerindia y mestiza, encontrarás telas extraordinarias, animados festivales de verano y maravillas arqueológicas.

Tomando un vuelo en una avioneta para sobrevolar los 322 kilómetros de meseta al sur de Lima, le permitirá tener una mejor perspectiva de las Líneas de Nazca, un conjunto de geoglifos Patrimonio de la Humanidad grabados en la superficie pedregosa de las mesetas desérticas. Tanto los creadores como el significado de estas llamativas figuras abstractas y de animales siguen siendo un misterio, pero lo cierto es que su descubrimiento, allá en 1939, atrajo un continuo flujo de turistas que venían a visitar esta pequeña ciudad, a la que se accede por autobús desde Lima, Cuzco y Arequipa.

Las ruinas preincas y los animados festivales son solo algunos de los puntos destacables que ofrece Tilcara. En las afueras de la pequeña ciudad argentina, el Pucará de Tilcara atrae a aficionados a la arqueología y turistas a los que les intrigan las antiguas civilizaciones. El Pucará de Tilcara, las ruinas de piedra de una tribu de guerreros, proporciona una perspectiva de los triunfos y batallas diarias de las personas que prosperaron en la zona hace más de 10 000 años.

La cuna del tango es, como la danza en sí, cautivante, seductora y bulliciosa con vibrante energía. Los antiguos vecindarios evocadores están repletos de restaurantes románticos y emocionante vida nocturna, y la herencia europea es evidente en la arquitectura de Buenos Aires, en sus bulevares y en sus parques. El Café Tortoni, el bar más antiguo de la ciudad, te transportará a 1858, y el sensacional Teatro Colón sigue causando el mismo efecto en el espectador que en 1908. La capital de las compras de Latinoamérica ofrece la promesa de una lujosa terapia de compras por sus amplios bulevares.

Orange Beach, Alabama, es un lugar excelente para pasar unas vacaciones familiares en la playa. Además, ofrece experiencias gastronómicas maravillosas, cruceros de avistamiento de delfines, campos de golf profesionales, chárteres de pesca y excursiones en la naturaleza. Elije entre cadenas de hoteles y moteles nacionales, campamentos o una variedad de casas en la playa para tu estadía. Hay muchísimas opciones para la vida nocturna, desde entretenimiento para la familia hasta increíbles restaurantes de carretera. Disfruta de una selección de obras de teatro, conciertos gratuitos, bailes, o simplemente escucha variados estilos musicales en lugares de moda locales.

Conquistar Nueva York en una visita es imposible. Por eso, visita lo imperdible: el edificio Empire State, la Estatua de la Libertad, el Central Park, el Museo de Arte Metropolitano; y luego explora lo menos conocido con visitas a The Cloisters o a una de las bibliotecas de la ciudad. Disfruta de las tiendas bohemias del West Village o la fina gastronomía del Upper West Side. El bullicioso mercado de la estación Grand Central te da un sabor literal de lo mejor que la ciudad tiene para ofrecer.