Las mansiones y los majestuosos hoteles nos recuerdan el esplendoroso pasado de Bar Harbor (en el siglo XIX fue lugar favorito de vacaciones de lo más florido de la sociedad). Hoy en día, quienes nos visitan van en kayak, exploran el Parque Nacional Acadia, avistan pájaros o ballenas y disfrutan de la brisa marina y de las playas de arena fina.

A pesar de que el fantástico clima de Tucson y los parques nacionales, los bosques y el desierto ofrecen el entorno perfecto para disfrutar de un sinfín de actividades al aire libre, esta ciudad de medio millón de habitantes también cuenta con una amplia oferta de historia y cultura. En Tucson, cuya historia es mucho más amplia que la de la mayoría de sus vecinas del suroeste, abunda la arquitectura del cambio de siglo, barrios históricos, museos y la Misión de San Xavier del Bac, una misión fundada en el siglo XVII y que, a día de hoy, sigue en funcionamiento, y que ha sido considerada como una de las más bonitas de Estados Unidos. Predominan las influencias mexicanas e indio americanas, y la ciudad posee un auténtico sabor a oeste. También prevalece una atmósfera universitaria, gracias a la Universidad de Arizona, que cuenta con sus propios museos e incluso un centro de la ciencia. Independientemente de sus preferencias, en Tucson encontrará una increíble selección de actividades: golf en campos de talla mundial, excursiones a caballo, senderismo en parques naturales, descubrimiento de la flora y fauna del desierto en el Museo de Arizona-Sonora o exploración del arte precolombino en el Museo de Arte de Tucson.

Trujillo es una animada confluencia de cultura antigua y arte moderno. Visita las ruinas arcaicas del yacimiento arqueológico de Chan Chan y asómbrate en los templos o Huacas del Sol y la Luna de Moche. El colorido Túnel de los Deseos del Paseo de Aguas es un lugar fantástico en el que encontrar buen ambiente. No te arrepentirás de probar la cerveza de maíz de la ciudad. Si te apasiona la vida nocturna, tómatelo a tu ritmo: dispones de bares y clubes nocturnos hasta tarde e incluso abren toda la noche.

Los museos de Lisboa celebran la riqueza de la historia y la cultura de esta ciudad capital portuguesa. El Museo Marítimo es perfecto para los niños (¡y los adultos!) que gustan de las cosas náuticas, mientras que la Casa-Museu Dr. Anastácio Gonçalves es una gema oculta de coloridas obras de arte. Para apreciar completamente la espectacular arquitectura en piedra de la ciudad, puedes hacer un tour guiado a pie o personalizar tu propio tour, asegurándote de visitar Padrao dos Descobrimentos, el Mosteiro dos Jeronimos y la Torre de Belem, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

El esplendor inca y el barroco andino están lado a lado en las calles de piedra de Cusco, representados por el palacio Coricancha y la iglesia de Santo Domingo flanqueando la Plaza de Armas. En este crisol de altas alturas de la cultura amerindia y mestiza, encontrarás telas extraordinarias, animados festivales de verano y maravillas arqueológicas.

Obergurgl no debe de estar muy lejos del paraíso. Quizá se deba a que, a más de 1800 metros de altitud, es la parroquia más elevada de Austria. O puede que solo sea por el esquí. Realiza una visita guiada con un experto alpinista, explora el paisaje invernal onírico fuera de pista o consigue un exclusivo acceso a las pistas para los que lleguen antes que culmina con ostras y champán. Si lo prefieres, deja los esquís para dar un paseo por la nieve o disfrutar en un tobogán. Las cabañas y los lugares de descanso abarcan estilos desde los más rústicos hasta los más futuristas, y nunca faltan las vistas panorámicas.