Bajando por la costa desde Duna de Pilat, las playas doradas de Arcachón y las aldeas de la década de 1950 hacen que sea el destino elegido para los viajeros sofisticados. Las extensas vistas del océano se disfrutan más junto a delicias regionales tales como las ostras de Arcachón y el vino de Burdeos.

En el centro de Andorra encontrarás Escaldes-Engordany, la ciudad del agua termal. Aprovecha para visitar el Valle del Madriu-Perafita-Claror, declarado patrimonio de la humanidad. Descubre la iglesia románica de Sant Miquel d’Engolasters y los 3 museos: el Centro de Interpretación del Agua y del Madriu (CIAM), el Centro de Arte (CAEE) y el Museo del Perfume. Pasea por el centro y haz tus compras en el espacio comercial Vivand. Al final del día, relájate en Caldea-Inúu, el centro termolúdico más grande del Sur de Europa.

El tiempo parece detenerse en Évora, una ciudad medieval en perfecto estado de conservación que cuenta con muros defensivos, una catedral del siglo XIII, varios palacios y un templo romano del siglo I. Por tanto, no es de extrañar que la UNESCO haya declarado Patrimonio de Humanidad al centro de la ciudad. Aunque dé un poco de miedo, no te pierdas la Capilla de los huesos, donde los restos de monjes y monjas forman un inquietante mosaico.