La mayor playa de agua dulce del mundo es Wasaga Beach, a solo dos horas al norte de Toronto, en la bahía Georgian. Si consigues apartar los ojos de la gente guapa en traje de baño de la playa 1, no te pierdas las vistas panorámicas de la bahía. Kilómetros de caminos para practicar senderismo y ciclismo, además de varias estaciones de esquí a poca distancia en coche de Wasaga Beach, convierten esta zona en un destino genuinamente perfecto para cualquier época del año.

Collingwood es algo más que la vecina de la estación de esquí Blue Mountain. Esta ciudad de Nottawasaga Bay tiene atractivos que descubrir, desde casas históricas a parques y senderos, un museo marítimo y su propio festival anual de Elvis.

Amarillo es el lugar perfecto para disfrutar del espíritu de Texas, aunque disponga de poco tiempo. Desde cañones hasta viejos Cadillacs y desde filetes gigantes hasta magníficos paisajes, la ciudad es el sueño de los amantes del lejano oeste. Una de las mejores colecciones de arte y objetos del oeste del país se encuentra en el Museo Histórico Panhandle-Plains. Acuda a la subasta de ganado de Amarillo y mézclese con verdaderos vaqueros que compran y venden ganado. Para los interesados en cosas más modernas, la ciudad cuenta con un fantástico museo de arte y unos jardines botánicos preciosos. Si viaja con niños, llévelos a las emocionantes atracciones de Wonderland Park. Las fantásticas formaciones rocosas del parque estatal de Palo Duro Canyon sorprenderán a toda la familia.

Visita Aruba una vez y no tardarás en planear tu próxima visita. La isla te conquista con su increíble clima, sus tranquilas playas, sus apasionantes aventuras en mar y tierra (como manejar un vehículo todo terreno en el campo), y una extraordinaria vida nocturna, desde restaurantes, a casinos y clubes nocturnos. No te pierdas la propia música de Aruba, la Tumba, en directo.

Conocida por sus maravillas de restauración, Bath fue alguna vez el hogar de Jane Austen y, al caminar por sus calles, te sentirás como un personaje de una de sus novelas. Aproximadamente 5,000 edificios de la ciudad son prueba de su importancia arquitectónica. Después del paseo, sumérgete en las aguas calientes naturales del Thermae Bath Spa, que alguna vez fue el favorito de celtas y romanos.

Llamada la “Santorini de España”, Altea atrae a los viajeros relajados a la Costa Blanca con su casco antiguo sobre la colina y sus playas de guijarros. Con sus domos color azul marino y sus paredes blanqueadas, se destaca entre el cielo del Mediterráneo, mientras que sus tres puertos deportivos ofrecen muchas oportunidades de actividades en el mar.

El paisaje de Sóller es verde y exuberante, salpicado con árboles frutales y olivares que conforman un precioso telón de fondo para un paseo a pie o en bici. Visita el fantástico jardín botánico o maravíllate con la arquitectura de encaje similar a un castillo de arena de la iglesia de San Bartolomé. Puede que los amantes de la obra de Antoni Gaudí reconozcan los rasgos del Banco de Sóller, que construyó Joan Rubió i Bellver, pupilo y colaborador del artista modernista.

Porto Cervo, anteriormente dominio exclusivo de los más ricos y famosos, acoge calurosamente a cualquiera que desee visitarlo… Con la cartera bien llena, ¡eso sí! La apertura de un aeropuerto en la cercana Olbia ha permitido que una de las localidades turísticas más lujosas del mundo se abra al visitante. En Porto Cervo están los mejores hoteles, balnearios de lujo, boutiques de marca, restaurantes exquisitos, locales de moda y uno de los mejores puertos deportivos del mundo. Cada septiembre se celebra la Copa Cerdeña.

Gran parte del encanto de Morro de Sao Paulo reside en su mezcla de hoteles y restaurantes nuevos y modernos y de hostales y tabernas destartalados. Esta isla, de ambiente relajado y por la que no circulan coches, tiene solo una carretera y un puñado de playas. Es un lugar ideal para olvidarse de todo.