Lucir “ojos de mapache” (la marca en forma de círculos claros que te han dejado las gafas de sol) es como llevar una medalla de honor en Talkeetna. Si la tienes es que seguramente has hecho senderismo o alpinismo en el Denali, el pico de 6190 metros de altura que se irgue como telón de fondo en esta antigua población minera. Los troncos ásperos son el material de construcción elegido para todo en la población, desde humildes cabañas hasta grandes refugios. La mayoría de los letreros están hechos a mano, así que las letras suelen quedar apretujadas porque el que las pintó se quedó sin espacio. Hay muchos puntos de venta que pueden proporcionarte tu próxima aventura, ya sea pesca a mosca, rafting en aguas bravas o sobrevolar en avión de hélice la cordillera de Alaska (aterrizar en un glaciar es opcional).

Titikaveka se encuentra en la costa sur de Rarotonga, la isla principal del archipiélago de las Islas Cook. La iglesia cristiana del pueblo de Titikaveka fue construida en 1841 con bloques de coral cortados del arrecife y traídos hasta el pueblo. La laguna de Titikaveka es la más profunda del a isla y es la mejor para bucear, la playa es famosa y se considera como una de las mejores playas del Pacífico Sur. Titikaveka está plagada de palmeras a lo largo de la inmensa playa de brillante arena blanca, la mejor de la isla para nadar y bucear.

Si busca playas como las de Florida pero no desea el ambiente de un mega complejo o parque temático, Pensacola puede ser el destino perfecto para pasar un fin de semana. Sede de la costa nacional de las Islas del Golfo, la ciudad ofrece algunas de las mejores zonas para pescar y montar en barco. Tierra adentro, los amantes de las canoas no deben perderse la belleza del río Blackwater. Cerca del centro, la ciudad tiene una envidiable herencia militar que puede apreciarse en lugares como el Museo Nacional de Aviación Naval y la Estación Aeronaval de Pensacola.