Un paraíso tropical de aproximadamente 54 kilómetros ubicado en la costa del Golfo de Texas, la Isla Padre del Sur es considerada constantemente como uno de los destinos de playa más populares por los viajeros de todo el mundo. Es un hermoso ambiente, lleno de opciones de ocio y actividades de entretenimiento, desde sus impresionantes playas, sus variadas atracciones turísticas en la naturaleza, sus actividades de agua y viento de nivel mundial hasta sus destacados restaurantes locales y su creciente distrito de entretenimiento.

Los amantes de los caballos se dirigen cada año a Louisville and Churchill Downs, sede del legendario Derby de Kentucky. Además de caballos y alfalfa, Louisville cuenta con una gran variedad de atracciones para toda la familia. Dé un paseo por Central Park, en el distrito histórico, para disfrutar viendo a la gente pasar y hacerse una idea de cómo es la ciudad. Visite otros parques cercanos para caminar, ir en bicicleta y buscar fósiles. A los amantes del béisbol les encantará la visita al Museo del Louisville Slugger, un homenaje a las leyendas del deporte. El museo se encuentra fácilmente, sólo tiene que buscar el bate gigante que hay en la fachada del edificio.

Al contar con uno de los tramos de playa más extensos de México, no es de extrañar que Mazatlán ofrezca una variedad tan envidiable de experiencias en la playa. Los surfistas hallarán grandes olas, mientras que los bañistas pueden relajarse en solitarios tramos de arena dorada. Si buscas elegancia sin pretensiones en un entorno romántico, este es tu destino vacacional. La zona hotelera está enmarcada por la majestuosa Sierra Madre y ofrece playas doradas, marisco fresco y belleza natural. Por sus prístinas playas y suntuosos hoteles, y por las pintorescas haciendas de la vieja Mazatlán, quien visita esta ciudad disfruta de nadar, el surf, hacer turismo y la animada vida nocturna.

Desde sus mansiones ornamentadas hasta sus vistas del océano, esta encantadora ciudad, la más grande de Maine, le encandilará. Pasee por las aceras de ladrillo y las calles de adoquines del revitalizado Old Port District, donde podrá curiosear librerías, explorar tiendas de artesanía y comer todo lo que quiera. Visite Portland Head Light, de 1791, el faro más antiguo de Estados Unidos que sigue en servicio. El gran poeta Henry Wadsworth Longfellow es hijo nativo de la ciudad y su casa de la infancia, la Wadsworth-Longfellow House, puede visitarse. Si tiene niños, disfrute del Museo Infantil interactivo de Maine. Y, al salir, visite el Museo de Arte de Portland, un pequeño museo ecléctico con obras impresionistas, paisajes de Maine de Homer y Wyeth y otras colecciones. Maine también es una opción para los amantes del mar, así que, si está cansado de la vida callejera, tome uno de los populares cruceros pintorescos o de avistamiento de ballenas o vaya en ferry a las islas de la Bahía de Casco. Al final del día, ya sin los niños, relájese y descanse en cualquiera de los pubs destilería de la ciudad.

Con sus flamantes rascacielos situados entre vistosos lagos, Minneapolis es perfecta para un interesante y divertido fin de semana. La ciudad ofrece actividades en todas las estaciones, por lo que verdaderamente es un destino para todo el año. En invierno, el centro puede visitarse sin problemas gracias a los más de once kilómetros de pasos elevados acristalados que, además de evitar el frío, crean un animado paseo lleno de tiendas especializadas, restaurantes y servicios. Tanto si huye del frío invernal como del calor veraniego, el America Mall ofrece tiendas, restaurantes y entretenimiento en cualquier época del año y para todos los miembros de la familia. Los amantes del arte tienen mucho que ver en el Instituto de Arte de Minneapolis, el Centro de Arte Walker y el Museo de Arte Frederick R. Weisman, que albergan colecciones conocidas mundialmente. La zona de los teatros bulle siempre de actividad. Con sus más de treinta teatros, Minneapolis tiene más butacas per cápita que ninguna otra ciudad de Estados Unidos, después de Nueva York. Asista a un espectáculo de Broadway y disfrute de una cena con jazz en directo en un fabuloso restaurante. Visite con los niños el Museo de la Ciencia de Minnesota, donde los visitantes pueden producir su propio vídeo o estar cara a cara con un tiburón en el Acuario de Aventuras Subacuáticas. En verano, la acción tiene lugar en el exterior. Conocida como "La Ciudad de los Lagos", Minneapolis cuenta con 22 lagos situados dentro de los límites de la ciudad y otros muchos en sus alrededores. En la ciudad, multitud de lugareños y turistas patinan en línea o pasean por el Lago Calhoun, parando para tomar un helado por el camino. Justo fuera de la ciudad, el Parque Estatal Fort Snelling ofrece actividades de ocio al aire libre que van desde el senderismo al ciclismo y del golf a los paseos en barco. Vaya cuando vaya, Minneapolis siempre tiene mucho que ofrecerle.

Sedona es un verdadero oasis, un paraíso para los turistas en el centro del desierto de Arizona. Aquí es donde vas a encontrar resorts y spas, cañones y formaciones rocosas de color rojo. Bell Rock y Oak Creek Canyon son grandes lugares para caminatas, y la espectacular arquitectura de la Capilla de la Santa Cruz es una experiencia religiosa en sí misma. Cuando el sol se pone en el horizonte, presenta el mejor espectáculo en Sedona: el cielo nocturno. Observar las estrellas en el desierto puede ser una experiencia absolutamente filosófica.

Cada barrio de San Francisco tiene su propia personalidad, desde lo hippie chic de Upper Haight hasta lo joven y de onda de The Mission. El distrito de la Marina cuenta con bistrós de moda y vistas perfectas del puente Golden Gate, mientras Noe Valley ofrece tranquilas y pintorescas boutiques. Saluda a los lobos marinos en el Muelle 39, y prueba la charcutería y los quesos locales en el Ferry Building. Acomódate para una sesión de yoga en el Parque Dolores o admira el Molino de viento holandés frente a Ocean Beach.

A sólo dos horas del norte de Londres en tren, la ciudad de York atesora 1900 años de una valiosa historia en sus antiguas murallas. Los romanos la construyeron en el año 71 d.C. y los vikingos la capturaron en el 866 d.C. Visita el Museo de Yorkshire y los jardines para que descubras lo que los romanos y vikingos dejaron atrás. Desde aquí sigue hasta el museo del castillo de York (York Castle Museum) para tener una visión detallada de los últimos 400 años de historia.