Los comercios abundan en Bridgetown.

Compuestas por St. Croix, St. John y St. Thomas, las retiradas Islas Vírgenes Estadounidenses ofrecen restaurantes sofisticados, aguas turquesa y poblaciones pintorescas. En St. Croix, los vistosos edificios daneses de la época colonial de Christiansted proporcionan un marco maravilloso para comer y practicar la vela. Los jardines subacuáticos de coral son un paraíso para los buceadores. En St. Thomas, la meca de las compras, Charlotte Amalie, posee también una animada vida nocturna. St. John, más pacífica, ofrece tranquilos senderos calas recónditas y las bulliciosas tiendas y bares de la bahía Cruz. Existen transbordadores y vuelos internos que comunican entre sí las islas.

Nassau está repleto del sabor británico y de las Bahamas. La ciudad capital de las Bahamas tiene un montón de oportunidades para ir de compras, cenar y visitar lugares de interés, sobre todo en la animada Bay Street. Los fanáticos de James Bond se babean por el British Colonial Hotel, que fue utilizado como lugar de filmación de dos de las películas de la era de Sean Connery. Nassau cuenta con kilómetros de playas espectaculares y extensiones de arrecifes de coral vívidos, ideal para bucear en un día soleado. Visítala durante el famoso Festival Junkanoo para experimentar un desfile de gran energía con bailarines espectacularmente disfrazados.

Aunque una gran parte de Jacksonville es urbana, esta ciudad de rápido crecimiento al noreste de Florida tiene también reservas naturales y de fauna y flora, vecindarios residenciales históricos y muchos campos de golf. Las atracciones de Jax, como la llaman los lugareños, van desde los museos de arte, ciencia e historia hasta una ruta por las cervecerías, desde el complejo de ocio Jacksonville Landing, pasando por el río St. John hasta el circuito Bronson. Las playas de la ciudad ofrecen arenas suaves y aguas cálidas perfectas para nadar, practicar surf y kayak.

Carlsbad es conocida por su carácter pintoresco y sus aguas termales, descubiertas a finales del siglo XIX. Es un lugar ideal para relajarse y desconectar en sus balnearios, pero lo cierto es que se pueden hacer muchísimas más cosas. La fuente original de aguas termales puede visitarte; te recomendamos que no pierdas detalle de la localidad, ¡te sorprenderá!

Cada barrio de San Francisco tiene su propia personalidad, desde lo hippie chic de Upper Haight hasta lo joven y de onda de The Mission. El distrito de la Marina cuenta con bistrós de moda y vistas perfectas del puente Golden Gate, mientras Noe Valley ofrece tranquilas y pintorescas boutiques. Saluda a los lobos marinos en el Muelle 39, y prueba la charcutería y los quesos locales en el Ferry Building. Acomódate para una sesión de yoga en el Parque Dolores o admira el Molino de viento holandés frente a Ocean Beach.

Tahití es un lugar especial: por su gente, que disfruta de la música, por la danza y por sus flores. Opciones no te faltan: puedes pasearte en un barco por las islas más bonitas, aprovechar para bucear por sus aguas cristalinas y contemplar a las increíbles rayas marinas. Ya de regreso… ¿Por qué no disfrutar de una session de relajación en un spa? El rincón más romántico del mundo te espera…