El Monte Tauro como pedestal, dos espléndidas bahías al fondo, en la lontananza el Volcán Etna y más de ciento sesenta kilómetros de Mediterráneo ante ti… ¿Alguien da más? En este maravilloso paisaje se extiende Taormina, una legendaria ciudad turística siciliana. Recorre sus calles serpenteantes y visita el teatro griego del siglo II, en el que se han inspirado las obras de D.H. Lawrence y Truman Capote. Para ir a sus playas móntate en el teleférico, y para contemplar vistas panorámicas, anímate y sube hasta la iglesia de San José en Castelmola.

Cascais, una ciudad costera a unos 32 kms al oeste de Lisboa, fue una vez un pueblecito de pescadores, pero sus idílicos paisajes atrayeron la atención de artistas, escritores y nobleza europea expulsada en el siglo XX. Todavía hoy atrae a la alta sociedad, pero todo el resto del mundo viene también a disfrutar de sus preciosas playas y de las posibilidades de aventura que ofrece, como vela y surf. El museo Conde de Castro Guimarães, antes un palacio, está ahora abierto al público y exhibe una impresionante colección de arte y artifactos.

A pesar de que Mumbai puede parecer caótica y abarrotada, también se pueden encontrar momentos de paz. Prueba un cono de papel con bhelpuri mientras paseas por las arenas de Chowpatty Beach antes de hacer la caminata a Mani Bhavan, donde alguna vez vivió, creó estrategias y finalmente fue arrestado Mahatma Gandhi. Los mercados son lugares que incitan a negociar para conseguir especias o souvenirs. Haz una visita guiada por Dharavi, famosa por la película “¿Quién quiere ser millonario?”, una visión reveladora de lo que es la vida en Mumbai para casi un millón de personas.

Ahora que los casinos han florecido en toda Sudáfrica, Sun City no es el único lugar famoso de juego de todo el país, pero sigue conservando ese toque de espectacularidad visual. A dos horas de Johannesburgo, se encuentra un extenso complejo de hoteles de lujo, restaurantes y espectáculos al estilo de Las Vegas ubicado en el umbral de la reserva animal de Pilanesberg.

Conquistar Nueva York en una visita es imposible. Por eso, visita lo imperdible: el edificio Empire State, la Estatua de la Libertad, el Central Park, el Museo de Arte Metropolitano; y luego explora lo menos conocido con visitas a The Cloisters o a una de las bibliotecas de la ciudad. Disfruta de las tiendas bohemias del West Village o la fina gastronomía del Upper West Side. El bullicioso mercado de la estación Grand Central te da un sabor literal de lo mejor que la ciudad tiene para ofrecer.