El centro cultural de Malasia, Kuala Lumpur, se define visualmente por las icónicas Torres Petronas, que, con 88 pisos de altura, son los edificios gemelos más altos del mundo y un ejemplo de la arquitectura moderna. Por otro lado, el Sri Mahamariamman es el templo hindú más antiguo de Malasia; su fachada, un colorido tótem de iconografía. Ir de compras al Mercado Central es una experiencia divertida que implica regateo, artesanías y felicidad.

El paisaje urbano de Singapur parece que fue arrancado de las páginas de una historieta de ciencia ficción. Si estás ávido de una verdadera experiencia de Singapur, prueba las miles de comidas de venta callejera o toma una clase de cocina cultural. El Jardín Botánico y el Gardens By the Bay ofrecen un pedacito de paraíso hortícola, y la plataforma de observación del Sands SkyPark te hace sentir como si estuvieras por encima de las nubes. Las orillas y los senderos a lo largo del río Singapur se agitan con la actividad local.

Ubicado al sur de China, el paisaje urbano de Shenzhen alberga algunos de los edificios más modernos del mundo. Si bien esta área es en su mayor parte industrial, ofrece muchas atracciones turísticas, como Chinese folk Culture Village, Safari Park y resorts de playa. Tal vez una de las atracciones turísticas más frecuentadas, Window of the World ofrece réplicas de la torre Eiffel, las pirámides y el Taj Mahal. 

Seúl es el centro comercial y cultural de Corea del Sur, donde los rascacielos se elevan sobre los templos budistas. La llegada de la industria y la tecnología transformó a Seúl en una ciudad global. Mira todo desde la Torre N de Seúl, construida sobre un pico en el parque Namsan. Las casas de té y tiendas de Insadong te brindan una muestra del sabor de Corea, que puedes apreciar aún más con la visita a los campos y museos de Gyeongbokgung. El Palacio Changdeokgung, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, es un buen ejemplo de la auténtica arquitectura antigua.

Con una línea del horizonte de aspecto tan ultramoderno es fácil olvidar que Dubái, parte de los Emiratos Árabes Unidos, fue en algún momento una pequeña ciudad de comerciantes beduinos. Hoy en día, lo antiguo se mezcla con lo nuevo: en el hipódromo Nad al Sheba corren camellos por el día y purasangres por la noche. Las tiendas de última moda y electrónica tienen tanto éxito como el zoco de oro. Una muestra de los más de 400 restaurantes te permitirá saborear la diversidad étnica de Dubái. Disfruta de las playas, el golf, lugares históricos, la vida nocturna y las célebres tiendas libres de impuestos de Dubái.

La tradición se cruza con la cultura pop en Tokio, donde puedes recorrer con reverencia templos antiguos antes de rockear en un bar de karaoke. Despiértate antes que el sol para aprovechar la animada subasta de pescado en el mercado de Tsukiji, después refréscate con un paseo bajo los cerezos que bordean el río Sumida. Pasa algún tiempo en los hermosos Jardines del Este del Palacio Imperial, después, haz un repaso de la historia de Japón en el Museo Edo-Tokio. No te olvides de comer todo el sushi, fideos udon y wagashi (dulces japoneses) que el estómago te permita.

Nabq Bay es prístina y tranquila, gracias en gran medida a su condición de área protegida. Puedes mezclarte con docenas de especies de flora y fauna entre los mangles o bucear en las aguas centelleantes para explorar el arrecife de coral cercano. Aquí es popular el esnórkel libre (no guiado), donde los nadadores se desplazan en el agua tan tranquilamente como los animales silvestres. Los viajeros más aventureros pueden adentrarse en el desierto en uno de los variados paseos populares en cuadriciclo.