Friday Harbor, es una tranquila ciudad situada en un lugar apartado que cuenta con una gran personalidad y una historia prolífera. Siendo lo suficientemente pequeña como para recorrerla de punta a punta, este pueblecito costero de pescadores está salpicado de pintorescas casas de madera de principios de siglo, de escaparates históricos, tallas originales de las Primeras Naciones (Coast Salish) y libre total de semáforos. Pasee por el distrito histórico, visite los museos con paneles explicativos, explore el parque ribereño Port of Friday Harbor y vea la población local de orcas y ballenas desde la orilla.

Vancouver fue fundada como “Gastown” por un inglés con una inclinación por la cerveza y la narración. Hoy Gastown es una sección histórica de la metrópoli canadiense, y los animados pubs aún reflejan el estado anterior de la zona como una especie de centro para beber de la comunidad. Los bosques de la ciudad, los grandes parques y un impresionante puente colgante son excelentes para la exploración, así como las tiendas y los museos de la ciudad. Revive la gloria de los Juegos de Invierno de 2010 con visitas a las instalaciones olímpicas y el maravilloso Caldero Olímpico.

En Seattle, simplemente no puedes omitir la Biblioteca Pública Central, una maravilla de la arquitectura moderna de rejillas de vidrio, formas inusuales, y una “espiral de libros” que sube cuatro pisos. Podrás pasear hasta el mercado de Pike para visitar el Starbucks original y jugar a la pesca con un vendedor de pescado. En el corazón de la ciudad se encuentra Chihuly Garden and Glass, que te deslumbrará con sus obras coloridas y delicadas. Deslízate a la cima de la Space Needle para apreciar las vistas panorámicas de las montañas circundantes y Puget Sound.

De los dos complejos de Big Bear, Snow Summit es el más grande (y uno de los mayores del sur de California), con 31 pistas (la más larga de las cuales mide algo más de 2 km) en 97 hectáreas esquiables. El otro complejo de Big Bear, Bear Mountain, es más variado y es más popular entre los practicantes de snowboard, pues puede presumir del único superpipe del sur de California. Practica el golf, el esquí, la pesca o el senderismo entre majestuosas montañas en este paraíso de los amantes de la naturaleza, bendecido con el tiempo ideal durante todo el año. El alojamiento varía desde complejos con actividades al aire libre y playa privada hasta coquetas casas rurales.

La ventosa ciudad es una cornucopia de arte moderno, buena comida, comedias de vanguardia y fanáticos acérrimos del deporte. Saca una foto de tu reflejo en la escultura plateada “La puerta de las nubes” del Parque del Milenio antes de dirigirte al Parque Grant para recibir el rocío refrescante de la Fuente de Buckingham. Hay docenas de museos y compañías de teatro en Chicago, por lo que una experiencia cultural no es difícil de encontrar. Seguramente te vas a morir de la risa en el teatro Second City Theater, la plataforma de lanzamiento profesional de muchos comediantes famosos.

Detroit es un destino increíble para tu próxima escapada de fin de semana. Si explorar es lo tuyo, súbete a una bicicleta y haz nuevos amigos en el tour en bicicleta Slow Roll (tendrás una perspectiva única de la ciudad y el ritmo tranquilo es ideal para todos los niveles de habilidad). Y, aunque podrías no pensar en Detroit como una tierra de vinos, el recientemente inaugurado Detroit Vineyards es uno de los viñedos urbanos más grandes del país, que produce vinos superiores en el corazón de la ciudad. ¡Toma una copa y brinda por el fin de semana!

En el corazón de la “Classic Coast” de Rhode Island, puedes escoger tu propia aventura. Maravíllate con los espectaculares paisajes del litoral, contempla detenidamente la genuina arquitectura colonial y de la edad dorada (“Gilded Age”), pasea tranquilamente junto a los muelles de la bulliciosa zona del puerto y entierra tus pies en la arena de sus impresionantes playas. También puedes dejarte inspirar por las míticas mansiones, sentir la energía de la animada vida nocturna y degustar los sabores y aromas autóctonos en multitud de reconocidos restaurantes, bodegas y fábricas de cervezas.

Los amantes del submarinismo se trasladaron a Curaçao hace ya mucho tiempo. Tanto si te apetece bucear una barrera o bucear a poca profundidad, aquí podrás hacerlo. Las playas son otro gran atractivo del lugar. La finísima arena y las tranquilas aguas son ideales para los niños. Y no te puedes perder Willemstad, la capital de Curaçao. Sus bonitos edificios de color pastel y su historia, igual de colorida, han sido reconocidos como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.