Empezando por la música, la experiencia fue una maravilla, el cantante tiene un tono suave (Omar Portillo creo que era su nombre) y agradable para acompañar la comida, canta en 3 idiomas y mezcla bien las melodías. El personal fue siempre muy atento, nuestros meseros...( Armando y Ricardo) hicieron sugerencias muy adecuadas para acompañar los alimentos con bebidas adecuadas, además de estar siempre al pendiente de la mesa y el servicio. Los platillos estuvieron muy sabrosos y la vista del lugar es bellísima. Celebrábamos aniversario y nos dieron un postre de cortesía. Sin duda volveremos.Más