Vine en hora feliz y salí mareado como una perdiz. No sé si les daré buenas directrices, porque iba tan doblado que hablaba con los tapices. Si pides el vaso grande al entrar, en una hora lo tendrás que acabar. Una vez el vaso vaciado,...otro gratis será rellenado. Casi encima de la barra me pongo a bailar de contento que iba al segundo vaso terminar. La cerveza cumple mis estándares: está buena y sube a mares. De una IPA pedí el primer vaso, del segundo no me hagan ni caso. Si en Nápoles para cenar tienes que esperar, ven a Mosto para una taja pillar.Más