Llevaba años sin al Asador Maya, volví el otro día con mi pareja y la decepción no ha podido ser mayor.
Llegamos y tras 10 minutos sin venir a atendernos nos sientan en una mesa de malas maneras. Le pedimos a la camarera a ver si podría sentarnos en otra mesa dado que no se mantenía la distancia de seguridad con la mesa de al lado. Tras dirigirnos una mirada asesina nos dice que nos pongamos en la otra (que estaba más alejada) y se marcha murmurando algo.
Nos atendieron dos camareras (ambas morenas) y la verdad es que el trato fue muy descortés en general. Si se les pedía por favor alguna cosa (más pan, más agua...) ponían cara de asco y no te lo traían o te lo traían tarde.
Yo comprendo que trabajar de cara al público en hostelería es duro y estresante pero si al menos el cliente te está pidiendo las cosas de manera educada y cortés lo mínimo que puede esperar es que desde el servicio se le responda de la misma forma, no con caras largas y pasando de todo.
Sobre la comida tened mucho cuidado. Entre semana hay 2 menús; uno de 14 euros y otro de 21 euros. Si no dices nada ellos dan por hecho que vas a coger el de 21 y no te informan de que existe uno de 14.
Nos dio la sensación de que van a ver si la gente pica. Nosotros íbamos prevenidos y le pedímos el menú de 14 euros, que te lo canta la camarera como antaño y tienes que elegir a toda prisa, bastante cutre.
La comida en general es abundante, aunque de muy baja calidad. Las alubias estaban sin sabor, muy caldosas y la merluza también bastante floja de sabor.
El vino peleón a más no poder. Nos lo dieron ya descorchado por lo que es de esperar que hubieran metido restos de otros vinos sobrantes.
Para colmo estuve 2 días con el estomago mal. No sé si por culpa del vino o de las alubias.
En fin, para no volver...
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