Nos recomendaron el restaurante y como no, fuimos a probar. El aspecto del restautante estaba bien y la atención del camarero muy bien pero la comida es otra cosa. Pedimos solomillo en su punto y pollo sin la salsa que venía especificada en el menu. El solomillo venía más que pasado, más bien churrascado y el pollo venía con salsa. Se lo comentamos al camarero y se lo llevó. El pollo volvió sin salsa, aunque le quedaba alguna en el brecol, es más me parece que el pollo era el mismo trozo menos la salsa. Estaba seco y duro, y las patatas eran recalentadas. Cuando volvió el solomillo ya no era solomillo de ternera sino una carne poco hecha, creo que de cerdo, y con muchas fibras/venas. Se lo comentamos todo al camamero y el fue a hablar con el chef...luego vimos como hablaba con el encargado. Mientras tanto nosotros esperando y finalmente decidimos que ya estaba bien. Nos cobraron mi pollo, porque había comido la mitad, pero no cobraron el solomillo de mi marido.
Sin duda, no se lo recomendamos a nadie, no solo por la comida sino por su manera de lavarse las manos y la falta de apoyo al camarero. También comentar que no había nadie en el restaurante, estabamos solos, y además era primera hora con lo cual tampoco es que hubiese mucho trabajo ni razón alguna para que la comida estuviese recalentada.