La habitación que nos tocó era muy rudimentaria. Era muy amplia pero el mobiliario pobre. No tiene TV ni teléfono, la señal de Wifi no llega y la calefacción es con bombona de gas.
En cuanto amanece es difícil continuar despierto ya que tiene un gran lucero en el techo sin velux de unos 5 x1 m y dos grandes ventanales por donde entra la luz del día.
Al no haber más opciones en Yanque estás obligado a acudir al restaurante del hotel. El menú incluido en el precio, de 2 platos y postre, tiene pocas opciones de elección y si no te ajustas a ese menú sólo puedes elegir un plato de la carta y no entra el postre. El desayuno, sin embargo, es variado y abundante.
Los servicios que ofrece están bien. El Planetario y la caminata son muy interesantes.
El personal es atento, sobre todo la guía de la caminata, la chica argentina que atendía el restaurante y la otra chica que me atendió por la mañana cuando necesité la asistencia de un médico.
NO hay servicio de recepción por la noche ya que el edificio donde está ubicada está totalmente cerrado por la noche. No hay información de teléfonos de emergencia ni en la habitación ni en la puerta del hotel. Al no haber teléfono en la habitación ni disponer de Wifi te encuentras en medio de la nada. Tampoco respondieron a las llamadas del único timbre exterior. Si tienes una emergencia para solicitar un servicio médico por la noche, como yo la tuve, tienes que esperar a que abran la recepción por la mañana. Afortunadamente por la mañana la chica de la recepción, muy amable, gestionó la venida de un médico para atenderme.
Cuando por la mañana expuse al propietario la situación sufrida me pidió disculpas y me aseguró que tomaba nota de lo ocurrido. Sin embargo echaba balones fuera argumentando que era la primera vez que se le había planteado esta situación.
Espero que lo solucionarán.