Hermosa y enriquecedora experiencia de estar 9 dias en esta hacienda hotel. Mi hijo de 7 años aprendio a ordeñar a la vaca Bertha, aprendio a alimentar conejos, gallinas y patos y a "ganarse el desayuno". Un gran reconocimiento a Carloa por su carisma y paciencia con los niños. Ademas de enseñarles a alimentar animales los paseo en el tractor.
Las habitaciones limpias, grandes y comodas. El desayuno excelente con productos naturales.
Esta situado estrategicamente.
Hay fogatas en la noche.
Recimiendo mucho este hotel.
- Wi-Fi gratis