Hotel con ambiente familiar, un poco antiguo, la hace falta un buen mantenimiento, la puerta del baño no cerraba, una lámpara de la mesita de noche no funcionaba ya que tenía un cable suelto. El recinto exteriores y la ubicación muy buena en general, el precio caro para lo que es. Tuvimos un accidente con la cafetera durante el desayuno, salpicó con agua hirviendo en la mano al hacer un café, acudimos a recepción para pedir algún tipo de asistencia o pomada para la quemadura, pero lo único que nos dieron fue un cubito de hielo. Dejamos el hotel y nadie se preocupó sobre la quemada en la mano. Lógicamente fuimos a una farmacia para curar la quemadura.

Buen hotel situado en un paraje excepcional. Lo mejor la atención del personal. Y también las vistas al Montseny. Posee un buen restaurante. Todo lo demás más que correcto, aunque sigue estancado en el siglo pasado. Y eso también tiene su encanto.

Nos encante este sitio, lo conocemos de hace muchos años.
Sólo un nota negativa por un tema muy sensible. Se trata de los perros. Hemos estado recientemente y siempre nuestra ilusión y de nuestros hijos era ver a los san bernardos y la sorpresa fue al verlos que estaban dejados y las narices de los dos perros ensangrentadas y llenas de moscas.
Creemos que no es manera de tener así unos animales. Nos dió muchísima pena.