Solo pedimos unos refrescos y una tapa de carne en salsa y esta estaba durísima.
No sé como no puede darse cuenta de esos fallos. Y unas patatas fritas frías.
Creo que no repetiría.
Ademas de que llegamos y estábamos solo, y solo era calentarla , tardaron un buen rato.

Miramos en varios restaurantes y al final nos decidimos por restaurante la cantina en el puerto .pedimos el menú d 16 euros con tres platos ,vino y postre .comida muy rica buenas vistas en la terraza y muy buen servicio muy recomendable ..

No quería escribir esta opinión porque no quiero que el lugar se colapse demasiado 😉, pero en definitiva, es un lugar para comer en plena Ruta del agua, con unas vistas impresionantes, la comida casera, riquísima, mención especial para el pollo de corral en salsa o la cazuela doña María. Eso sí, es muy complicado acceder, la carretera llena de baches, y los minutos se hace eternos, pero mejor, forma parte de su encanto.

De comida con un grupo de amigos, a un restaurante donde nunca volveremos y me explico.

Tras pedir varios entrantes y para rematar la comida consultamos por un plato de carne, advirtiendo que no queríamos mucha cantidad, nos aconsejó la camarera un chuletón de 1 kilo, a lo que accedimos ( le habíamos pedido una pieza que rondaba los 400 gramos, pero nos aconsejó el chuletón). Tras traernos la carne, le advertimos que estaba casi incomible, que nos trajera una piedra caliente, para ver si mejoraba algo y no mucho la verdad, primer error, pues pensamos en devolverla y por respeto no lo hicimos y acabó sobrando la mitad debido a la mala calidad de la misma, muy chiclosa. Cuando solicitamos la cuenta, vino nuestra sorpresa !!!118 €!, la carne, por Dios… Cuando consultamos por el precio, nos indicaron que era 1,8 kilos, cosa que (segundo error) pues no pedimos que nos confirmaran el peso y una vez consumida el kilo se convirtió en 1,800 sin indicarnoslo.
Pero lo peor no fue eso, pues les indicamos que la cuenta se iba a pagar íntegra, que sólo consultábamos por lo que entendíamos que era, y es, un precio abusivo (pensarán que son como en Casa Julian, en Tolosa, donde por cierto la carne es mucho mejor y a mejor precio), nos trataron de forma no muy profesional y un tanto despectiva. Tanto la dependiente como la encargada, y tras repetir una y otra vez que la intención era pagar toda la cuenta. Como así hicimos (aunque de forma despótica nos comentaron la opción de no pagar la carne), el problema fue repito la mala calidad, en no avisar que el kilo se convirtió (según ellos) en 1,800 y el precio casi 70 € el kilo, por una carne de mala calidad. Lo dicho NUNCA MÁS

Cara la carta y si aceptas las sugerencias carisimo y de pésima calidad, servicio deficiente, los baños de pena y sin jabón. Habíamos ido en otras ocasiones y fue una experiencia excelente, pero al parecer han cambiado mucho. No volveremos.